El ídolo de la música urbana
El éxito de C Tangana en el indie y el ‘mainstream’ refleja la buena salud de la música urbana en castellano
Conocido en el ámbito de la música underground desde hace más de un decenio como Crema, como miembro de la banda Agorazein y desde el 2011 bajo el nombre artístico de C Tangana, la personalidad musical del madrileño Antón Álvarez (1990) conoció el pasado año un trascendental impulso cuando fue fichado por la multinacional Sony. Con la discográfica, el músico y licenciado en Filosofía alumbró Ídolo, uno de los álbumes más exitosos de la escena española del año, con el que se reflejó la fortaleza de la música urbana en castellano entre la afición indie y la más mainstream.
Esta aceptación en ambos escenarios no es ninguna exageración tal como han demostrado dos simples hechos recientes: C Tangana es posiblemente uno de los contadísimos músicos que en el lapso de unos días participó el pasado verano en el Primavera Sound y el Sónar, en el primero como integrante de los citados Agorazein, y en el de música electrónica con su infalible show de rap y músicas urbanas dentro de un paquete de actuaciones de grupos y solistas de las actuales músicas urbanas españolas. Y el otro hecho es que con el tema Mala mujer, incluido en el álbum-debut con Sony, se convirtió hace unos meses en un best seller espectacular de ventas y de visionados en YouTube. Una contundente muestra de como enganchar con el masivo aficionado del mainstream desde un posicionamiento underground. Una excelente acogida que se ha repetido hace unos días con la reciente aparición de la canción Guerrera, cocinada e interpretada a medias con Dellafuente en impecable producción y que se ha convertido en otro pequeño hito viral. Casi tanto como lo habían sido los dos vídeos que había grabado tiempo ha con la ahora cotizada y extraordinaria Rosalía (Antes de morirme, Llámame más tarde).
Como él mismo reconoce, participar en el festival Sónar con otros grupos y colegas que se mueven en una similar onda musical
(trap, hip-hop, rap, r&b...) “significó que por fin se le daba un punto de calidad a una escena que hasta entonces para los medios generalistas había sido una escena de risa. Hay cosas internas dentro del género que hemos hecho mal, porque somos jóvenes, no muy profesionales, y había otros factores externos, como el que la gente se suele chotear con las cosas nuevas, como pasó aquí con el primer punky o el primer grunge”, reflexiona con su verbo fluido y exacto Antón Álvarez, conocido entre los suyos como Pucho o Chito, que reconoce que sólo desde hace dos años vive exclusivamente de la música. “Y es muy difícil. Vivir en España durante un periodo prolongado
de tiempo de la música es prácticamente imposible, si no abres el mercado o te dedicas a otras cosas, como convertirte en un personaje público”.
Lo fascinante de su caso es que más allá de su condición artística, una notable parte de su celebridad es por su condición de personaje. “Tuve que hacer una concesión primordial hace dos años y pico que fue convertirme en un personaje publico. Yo no quería. De hecho, había dejado de hacer música durante un año después del elepé Lo E’S, publicado en el 2012, porque no me gustaba hacer entrevistas ni quería que me hicieran fotos y cosas así. Y es que aún no había separado al artista de la persona; pero todo cambió cuando aprendí eso y me di cuenta de que podía convertir todas mis apariciones públicas en una performance, en algo creativo, y que aquello no era más que una simple exposición, un aspecto de mi obra”. Desde esta vertiente, el aficionado recuerda como hace dos años se enzarzó en una polémica viral, y también a través de canciones-puyas, con los raperos Los Chikos del Maíz, en donde intervino incluso Pablo Iglesias, criticando a C Tangana y tomando
Reconoce que parte de su éxito se debe a que sus apariciones públicas las concibe como performances
Ha llegado al público ‘mainstream’ con canciones como ‘Mala mujer’ proviniendo de la escena underground
partido por la banda.
De momento Tangana está satisfecho. “No he tenido que hacer ninguna concesión musical para gustar a la gente. Ninguna porque la música que hago me gusta, me gusta tanto la popular como la de baile. Apostar por esto es algo que de momento vale la pena. No tengo miedo en seguir este discurso. De momento hasta llegar a un disco como Ídolo me ha ido muy bien, y creo que era el camino que seguir desde el género musical que practico, que yo llamo música urbana. También reconozco que si yo hubiera sido un rockero o hiciera lo mismo pero en Estados Unidos, no me hubiera hecho falta tanta parafernalia extramusical como la que he tenido que hacer aquí”.
–¿Es usted coherente? –¿Coherencia? Eso es algo antiguo; no creo en ella, ni en la verdad, ni en la causalidad… todo eso son construcciones antiguas del pensamiento.