El Girona no resiste en Mestalla
Un Valencia muy intenso y con Vietto remonta un gol de su canterano Portu
Trató de sorprender el Girona en Mestalla y lo consiguió durante casi media hora, el tiempo que necesitó el Valencia para igualar el tempranero gol de Portu, un jugador formado en la cantera valencianista que ayer empezó acompañando en punta a Stuani. Frustrado el cambio táctico de Pablo Machín ante la superioridad que acabaron demostrando los locales en el primer tiempo, el retorno a la normalidad que ordenó el técnico en el vestuario tampoco benefició a un Girona que consiguió mantenerse vivo hasta el final y dispuso de buenas ocasiones, pero que acabó cayendo después de que Fernández Borbalán pitase un penalti de Maffeo sobre Gayà, a quien derribó más allá de la línea de fondo. Antes de esa jugada, el colegiado no había pitado un aparente penalti de Bono sobre Rodrigo.
En el Valencia debutó el recién llegado Vietto, cedido esta misma semana por el Atlético. Durante los 20 minutos que estuvo sobre el terreno de juego dispuso de varias ocasiones claras que marró. El meta Neto acabó salvando los tres puntos para su equipo en el último arreón de un Girona que encadena dos derrotas, ambas a domicilio.
Quería Machín evitar que el Valencia consiguiese lo que acabó consiguiendo: empujar a su equipo hacia atrás. De ahí que jugar con dos puntas y una línea de tres en el centro de campo se antojase un buen plan para contener la salida de balón de Parejo. Por otra parte, con la ausencia por sanción de Zaza los locales perdían su mejor jugador de ataque, por más que Rodrigo, Santi Mina y, en última instancia, el argentino Vietto fuese relevos más que garantizados.
La combinación entre Mojica y Portu para abrir el marcador ya en el minuto 8 de juego dio alas a un Girona que realmente conseguía sorprender a su rival. El exvalencianista pidió perdón a la grada por el quinto gol que marca en Primera con la camiseta blanci-vermella, esta vez jugando en una posición adelantada.
Pero ese destello visitante se apagó pronto, ya que el Girona ni conseguía destruir el juego del rival ni conseguía construir el propio para jugarle de tú a tú y el equipo pronto echó a faltar la presencia de un organizador como Borja García, en el banquillo. A todo ello se sumó el peso que cobraron las bandas en el Valencia, con un Guedes que desbordó en casi todas sus internadas por la izquierda a Maffeo para llegar al área antes que Ramalho. Fue en una de esas acciones, precisamente, como llegó el empate: el portugués recortó al carrilero, se adentró en el área y centró antes de que el central llegase a alcanzarlo. En su intento de cortar el balón, Ramalho acabó enviándolo a su propia meta.
El Girona llegó al descanso con ese 1-1, aunque la estadística ya señalaba que los valencianistas tenían un 70% de la posesión y la impresión era de remontada. Así que el técnico soriano decidió recuperar su esquema habitual y sacar al campo a Borja García. Y la apuesta podría haber sido buena de no ser por el penalti que el Girona se encontró en contra en el arranque de ese segundo período. Parejo no falló desde los 11 metros.
Desde ese momento el Girona fue un quiero y no puedo ante un rival que siguió mostrándose superior, aunque falto de acierto. Tampoco lo tuvieron los blanc-ivermells, con ocasiones para volver a igualar que toparon con el meta brasileño del Valencia.
AJUSTE FRUSTRADO Machín trató de sorprender con dos puntas, pero rehízo su esquema tras el descanso