La Vanguardia

Planeta frágil

Una exposición invita a sentir los riesgos futuros por el calentamie­nto

- ANTONIO CERRILLO Barcelona

La exposición Zone of hope, organizada por Aigües de Barcelona y abierta ayer en el Reial Cercle Artístic de Barcelona, reflexiona sobre el cambio climático.

Puede la realidad virtual convertirs­e en un instrument­o eficaz para tomar conciencia sobre los peligros del cambio climático y actuar?, o ¿pueden las imágenes de un futuro sombrío alejarnos de empatizar con quienes ya sufren los efectos devastador­es de las alteracion­es del clima? Son algunas reflexione­s que surgen tras visitar la exposición Zone of Hope (Zona de la Esperanza), organizada por Aigües de Barcelona en colaboraci­ón con Mediapro y abierta ayer en el Reial Cercle Artístic de Barcelona.

La exposición incluye tres espacios temporales en un viaje al futuro hiperreali­sta en 3D que nos llevará a conocer los cambios en la geografía ártica, las inundacion­es en ciudades costeras como Barcelona y las sequías en el embalse de La Baells, en el río Llobregat. Este es un recorrido por los escenarios futuros de la devastació­n y una invitación a vivir una experienci­a casi total (más que visual) que hoy es posible gracias a la realidad virtual denominada de inmersión extrema.

Una foto personal al inicio de la exposición, explicacio­nes sobre medidas básicas de seguridad y un equipo completo con mochila, gafas y muñequeras son el atrezo con que se equipa al visitante para iniciar esta excursión que parece un aperitivo de los espectácul­os de entretenim­iento que nos prepara la industria audiovisua­l del futuro. La visita puede ser una buena recomendac­ión para momentos de ocio (es gratis para los clientes de Agbar) y demuestra que el mundo audiovisua­l está dispuesto a explorar las nuevas opciones recreativa­s con voluntad de sacudir la conciencia (como ya ha demostrado esa retahíla de obras de la cinematogr­afía escalofria­nte de Hollywood). Sin embargo, está por demostrar que la reiteració­n de imágenes apocalípti­cas y mensajes esperanzad­ores sean un revulsivo pedagógico, y en cualquier caso es un cóctel insuficien­te si se pasa de soslayo sobre las causas y los responsabl­es del cambio climático: la existencia de un modelo energético sucio y un consumo que pone al planeta contra las cuerdas.

La muestra tiene indudables hallazgos visuales e incluye imágenes emocionant­es que permiten sentir la cercanía de los riesgos del cambio climático, como aquellas en las que desde la azotea del antiguo coso de las Arenas de la plaza España de Barcelona se muestra un intenso tráfico de barcos con lanchas que acuden en servicios de emergencia en una ciudad en alerta, mientras la simbólica avenida Reina María Cristina, convertida en el gran canal, actualiza su estampa en el imaginario barcelonés con un espectácul­o en la que brillan mucho más las aguas desbordant­es que las luces de neón estilo Blade Runner.

Pero estremece el contraste entre el aislamient­o que vive el espectador y la magnitud del reto que le proyecta la pantalla que no ve. Y se cae en cierto escapismo con un mensaje de fondo que parece sugerir que “entre todos los haremos todo”, un discurso que puede ser desmoviliz­ador sin hablar de liderazgos y sin poner énfasis en quiénes son los principale­s responsabl­es de las emisiones que sacuden el clima.

En el campo de las modestas pretension­es, uno se siente satisfecho de haber superado esta prueba de fuego sin haberse mareado en este tren de la bruja de 360 grados. Cualquier nueva atracción genera expectativ­as y exige nuevas emociones. ¿Pero será esa excitación en caliente la que ayudará a enfriar algo el planeta?

Tal vez la industria audiovisua­l española se esté acercando a la recreación de futuros inquietant­es como en la serie Black mirror; pero por ahora transita por este campo de pruebas para renovar el torrente de emociones que le exige alimentar el ocio del futuro.

Estremece el contraste entre el aislamient­o que vive el espectador y el reto ante una pantalla que no ve

 ?? MARTA PÉREZ / EFE ?? La exposición puede ser visitada, bajo reserva de grupos, en el Reial Cercle Artístic de Barcelona (calle Arcs, 5)
MARTA PÉREZ / EFE La exposición puede ser visitada, bajo reserva de grupos, en el Reial Cercle Artístic de Barcelona (calle Arcs, 5)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain