El fiscal acusa de “depravación” a los padres de California
Sólo les permitían comer una vez al día y sufrían desnutrición extrema, mientras que sus padres les torturaban dejándoles a la vista tartas de manzana o calabaza que tenían prohibido comer. Les sometían a constantes palizas y estrangulamientos. Les mantenían encadenados durante semanas e incluso meses, incluso para ir al lavabo. Sólo podían ducharse una vez al año. “Un caso de depravación humana”, en palabras del fiscal, Mike Hestrin.
David y Louise Turpin, un ingeniero informático y una ama de casa de 57 y 49 años, se declararon el jueves “no culpables” en su primera comparecencia judicial en California, días después de que la policía descubriera que habían tenido secuestrados durante años a sus 13 hijos en su insalubre casa de Perris, a 110 kilómetros al este de Los Ángeles. Las víctimas, de entre dos y 29 años, presentan atrofia muscular y deterioro cognitivo irreversible, como consecuencia de la desnutrición. La primogénita pesa 37 kilos a sus 29 años. Los expertos creen que los padres utilizaban el hambre para mantenerlos dominados.
Cada progenitor se enfrenta a 94 años en la cárcel si son declarados culpables del total de 38 cargos presentados contra ellos. El fiscal describió sus actos, pero no supo encontrar una razón para tanta crueldad.