Sainz, con todo de cara
Un accidente de Peterhansel acerca el segundo Dakar al madrileño
Sólo 119 kilómetros, de la última etapa en bucle en Córdoba (Argentina), separan a Carlos Sainz de su segunda estatuilla del tuareg. Se habrá acabado la maldición que ha perseguido al Matador en el Dakar sudamericano desde su primer triunfo del 2010. Desde entonces, el madrileño sólo había acumulado desgracias y frustraciones en forma de cinco abandonos, cinco, consecutivos. Sainz acaricia con la punta de los dedos su segundo Dakar gracias a su consistencia y al capotazo que le dio ayer su principal perseguidor, su compañero y rival Stéphane Peterhansel, que cedió 57 minutos por un accidente.
El camino hacia la gloria del Dakar empezó a allanarse para Sainz en el km 78 de la penúltima especial (San Juan-Córdoba, 423 km cronometrados), en el que Peterhansel se detuvo al chocar contra un árbol. Dañó la dirección asistida de su Peugeot, además de sufrir un esguince en el pulgar. Perdió casi una hora reparando la avería y su presencia en el podio final, superado por los Toyota, quedó en riesgo. Sainz cerraba la primera parte de la etapa 6.º, a 10m de Ten Brinke. En la segunda parte de la etapa, Ten Brinke, líder del día, rompía su Toyota y abandonaba, y fue Al Attiyah el primero en llegar a la meta, mientras que Sainz, sin arriesgar, lo hizo en sexta posición, y Peterhansel muy relegado.
En motos, el tuareg ya tiene propietario casi asegurado: Matthias Walkner (KTM), que contó con el favor de ver recortada la etapa en 54 kilómetros por el barro. Una ayudita para gestionar sus 32 minutos de margen. El líder ató en corto los ataques de sus perseguidores, Toby Price, ganador de la etapa, y Kevin Benavides, segundo. El australiano se apuntó su segunda victoria parcial en esta edición y logró recortar 11m32s al austriaco, que mantiene más de 22 minutos de ventaja sobre los dos rivales para el último día. Una renta que puede serle suficiente para ganar su primer Dakar después del 2.º puesto del 2017.
Se esfumaron las opciones de Gerard Farrés de repetir el podio del curso pasado. El piloto de Manresa fue 10.º, detrás de Joan Pedrero (5.º), Armand Monleón (7.º) y de los debutantes Oriol Mena (8.º) i Jonathan Barragán (9.º), perdió más de 20m con Price y Benavides, y cedió un puesto en la general a Meo.