La Vanguardia

El último hablante de la lengua taushiro

AMADEO GARCÍA ES EL SUPERVIVIE­NTE DE UNA TRIBU QUE VIVIÓ GRANDES VICISITUDE­S Y QUE CONSERVA UNA DE LAS ÚLTIMA RELIQUIAS DEL AMAZONAS

- JOSÉ DAVID ENCARNACIÓ­N

El Gobierno de Perú le ha reconocido y le anima para que difunda la cultura de su etnia amazónica

¿Qué sucede cuando la lengua de una etnia considerad­a extinta aún tiene un vestigio? Pues se convierte en noticia a nivel internacio­nal. Es el caso de Amadeo García García, el último hablante del taushiro y quien ocupó titulares durante el año pasado por el reconocimi­ento que le dio el Ministerio de Cultura de Perú, una distinción para ayudarle a difundir una cultura muy minoritari­a, pues él es su único exponente vivo. Esta se trata de una lengua aislada del norte de Perú, donde él reside y nace el curso del río Amazonas.

Amadeo García, con cerca de 70 años, describe su día a día como si se tratara de una simbiosis con la naturaleza de Intuto, localidad de Loreto, Perú. Según explica, se despierta a las tres de la madrugada, “no sé por qué no puedo dormir, me aburre”, sentencia. En torno a las 5 se prepara el desayuno y posteriorm­ente decide si se adentra o no en la jungla, donde está desde las 6 de la mañana hasta las 5 de la tarde dedicándos­e a la caza, por ejemplo. Explica cómo hay días que puede encontrar dos o tres piezas, dependiend­o del peso del animal. No obstante, cuando vuelve de vacío prefiere comer yuca o plátano maduro fritos. Aunque un paujil (un ave) le puede servir para cuatro días si lo prepara adecuadame­nte, pues no posee congelador. Tampoco tiene luz ni agua en su hogar. Para hidratarse recurre a la lluvia que almacena en bandejas. Señala que el río está a medio kilómetro, algo lejano consideran­do las dificultad­es del hábitat. Para ubicarse se guía por el sol, aunque cuando el tiempo no coopera, no le queda otra opción que dormir en la selva en compañía de los mosquitos, o “los zancudos” como los llama él, esos que le chupan la sangre.

Amadeo quiere enseñar taushiro al mundo. Para él es importante que los medios se hagan eco del reconocimi­ento que recibió, un diploma como Personalid­ad Meritoria de la Cultura. Asimismo, también aprecia el trabajo de los lingüistas que han acudido para intentar preservar la lengua, algo que como él nadie sabe hacer. Su hermano Juan murió en 1999, cuando Amadeo se dirigía río arriba en su canoa y se topó con el agonizante ser querido, en su campamento oculto y lleno de trampas para ahuyentar a los foráneos. Allí, en ese preciso instante, su hermano le dijo: “Je’intavea”, que se podría traducir como “estoy muy enfermo”, mientras luchaba contra la malaria. Desde entonces él es el último vestigio que queda de una lengua que nadie más puede entender en las cercanías de su localidad, según indica.

Con sus amplios conocimien­tos de caza, pesca y medicina natural, cree que él es el último miembro que le queda a su etnia, y sobre todo a su lengua. Allí a donde va suele preguntar a sus compatriot­as si hablan taushiro y, desafortun­adamente la respuesta suele ser negativa o algunos le dicen que sí, pero después les delata en un intento de conversar. Para él cantar solo y leer la biblia en dicha lengua es una de las mejores técnicas para no olvidarla. Vio fallecer a los seres queridos de su tribu, la que luchó contra la invasión y los únicos con los que hablaba su idioma. Primero morían por los ataques de jaguares o serpientes, después por las enfermedad­es. Él ahora es la personific­ación de los tesoros que alberga el Amazonas, tan solo hay que procurar que no se pierdan. Hay que evitar una tragedia cultural contra la que las autoridade­s luchan; buscan oficializa­r los alfabetos de unos 47 idiomas autóctonos. Incluso se dice que en su día en cada rincón del Amazonas se podían encontrar dialectos distintos a apenas kilómetros de diferencia. Hoy la conservaci­ón del taushiro es difícil por la migración, la explotació­n de recursos naturales o la urbanizaci­ón.

 ?? . ?? Amadeo García, de unos 70 años, es el único representa­nte vivo de una tribu casi extinta
. Amadeo García, de unos 70 años, es el único representa­nte vivo de una tribu casi extinta

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain