Turquía regresa a la guerra de Siria atacando el enclave kurdo de Afrin
La fuerza aérea turca bombardea desde ayer el enclave kurdo de Afrin, en el noroeste de Siria. Tras alcanzar más de un centenar de objetivos, hoy mismo empezará la ofensiva terrestre, según el primer ministro, Binali Yildirim. A ella se añadirán las fuerzas islamistas del Ejército Nacional Sirio, apoyadas por Ankara. En la diana están las Unidades de Protección Popular (YPG), brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en guerra con Turquía.
Tras obtener el visto bueno de Rusia, el Gobierno turco ha precipitado su entrada en guerra, después de que EE.UU. anunciara hace una semana su intención de crear a partir del YPG una “fuerza de protección fronteriza”. Esta guerrilla ha sido fundamental en la estrategia estadounidense para arrebatar territorios al Estado Islámico.
El presidente Recep Tayyip Erdogan repitió ayer que no permitirán que se establezca un corredor en manos de fuerzas terroristas a lo largo de su frontera y que la ofensiva se extenderá en breve a la localidad de Manbij.
Todo hace temer que Afrin termine pulverizada, como antes otras localidades sirias bajo sitio. Fuerzas kurdas estarían ya impidiendo la salida de civiles, después de varios años construyendo túneles y trincheras.
La ofensiva Rama de Olivo devuelve a Turquía a Siria a los diez meses de que Escudo del Éufrates lograra aislar a Afrin del resto de la Royava kurda.