La invasión de las series alemanas
Títulos como ‘You are wanted’, ‘Dark’ y ‘Babylon Berlin’ están concebidas para exportarse
Existen series de televisión en todas partes. Incluso un país como Corea del Norte tiene sus apuestas de ficción, cuyo principal objetivo es adoctrinar contra el capitalismo. Pero la ficción de un país puede adquirir cierto estatus cuando empieza a viajar, cuando su público va más allá de los espectadores locales, y los canales y plataformas compran dichas series para venderlas como grandes apuestas. Esto no ocurre con las series del nuclear Kim Jong Un pero sí que está sucediendo con la ficción alemana, que hasta ahora apenas había trascendido más allá de su tradición telefilmera con la potente distribuidora Beta Film. ¿Los máximos exponentes de esta invasión germana? Dark, Babylon Berlín y You are wanted.
“Quieren dar el salto a producciones de prestigio para entrar en otros circuitos de lo que los anglosajones llaman high end drama”, explica la académica Concepción Cascajosa, autora de La cultura de las series, que destaca que el mayor atractivo de este circuito es que tiene un mayor recorrido para rentabilizar las producciones. En esta etiqueta de high end drama se puede enmarcar una serie como Babylon Berlin, que se emite en Movistar Series y que se ambienta en el Berlín de principios de los treinta. En él se pueden contemplar las distintas pulsiones políticas y sociales que desencadenarían en el ascenso del nazismo y el estallido de la Segunda Guerra Mundial, con protagonistas que se mueven en ambientes cabareteros, policiales y de libertinaje sexual, y cumple los principios fundamentales de las producciones exportables.
Primero, tiene la ventaja de que “la historia de Alemania es la historia de Europa”, como menciona Cascajosa. Combina la denominación de origen (porque habla de su historia) e internacional (porque habla de un elemento con el que estamos familiarizados, de la misma forma que Downton abbey tocaba una aristocracia que conocemos al dedillo). Está creada por un autor reconocido como Tom Tykwer, director de Corre Lola Corre y de
Cloud Atlas, y su factura visual y su guion son accesibles y exportables. Sólo hay que ver el número musical del segundo episodio, el Zu Asche, Zu Staub, que la Sally Bowles de Cabaret aplaudiría a rabiar.
“Sí, hay una nueva tendencia de dramas de calidad en Alemania. En especial los canales públicos como ARD y ZDF han detectado lo bien que funcionan las series con una trama horizontal y personajes fuertes, y hay una nueva generación de autores y directores que miran hacia modelos de EE.UU. y Escandinavia sin hacer imitaciones”, explica Lothar Mikos, académico de la Universidad de Cine Babelsberg de Potsdam. En esta metamorfosis han tenido mucho que ver obras como
Weissensee (2010) sobre las vidas de dos familias en el Berlín Oriental e
Hijos del Tercer Reich (2013), a las que siguieron Deutschland 83 (2015), que se pudo ver en Movistar Series, e incluso Club der roten Bän-
der, una adaptación de la catalana
Polseres vermelles. Con todo este boom, plataformas de contenidos como Netflix y Amazon pudieron reenfocar producciones como Dark y You are wanted, que ya no estaban pensadas únicamente para Alemania sino para su comercialización en todos los mercados.
Dark se ha convertido en un fenómeno para los seriéfilos amantes de la ciencia ficción. Escrita por Baran bo Odar y Jantje Friese, Netflix quiso venderla como la nueva Stranger
things aprovechando que era de género y que tenía una parte de la trama ambientada en los ochenta, aunque poco tenían que ver. Es un rompecabezas para ver casi tomando apuntes sobre relaciones rotas por desapariciones en un pueblo perdido en mitad del bosque, con los viajes en el tiempo como motor de la historia. “Es fascinante ese retrato del periodo del Wirtschaftswunder (milagro económico) y en lo que deriva en los ochenta con ese punto de vista de preocupación ecológica”, comenta Cascajosa. Y, en el caso de
You are wanted, Amazon propuso un thriller sobre Lukas Franke (Matthias Schweighöfer, también productor de la serie), víctima de hackers que roban sus datos y le culpan de un crimen que no ha cometido. En la plataforma tuvieron olfato con el tándem de creadores, Bob Konrad y Richard Kropf, que tienen otra de las series germanas de moda con 4 Blocks.
“Series como Wanted y Dark son admiradas por los críticos pero más ignoradas por las audiencias masivas en Alemania”, matiza Bärbel Göbel-Stolz, académica de televisión de la Universidad de Coventry. Son series que sobreviven por el mercado exterior y la mayoría también cuentan con capital exterior. Pero la globalización permite que los nichos de muchos países acaben creando un gran mercado y las producciones se benefician de una industria audiovisual donde a veces importa más el perfil (cuidar la marca) que la audiencia tradicional. Con este panorama, Alemania se ha consolidado: el país de Angela Merkel no tiene suficiente con el poder económico sino que ahora también quiere el poder blando.
Una de las ventajas de la ficción alemana es que la historia de este país es la historia de Europa, así que el espectador está familiarizado