La Vanguardia

El fiscal avisa a Puigdemont que su inmunidad no evita la cárcel

Junqueras recuerda a los suyos que la prioridad es la recuperaci­ón de las institucio­nes

- Isabel Garcia Pagan Barcelona

La Fiscalía acusa al expresiden­t de persistir “en su plan delictivo” y Catalá le advierte del riesgo de salir de Bélgica La estrategia de confrontac­ión del líder de Junts per Catalunya tensa la relación con ERC

“Tenemos un pacto para votar la investidur­a de Puigdemont, así que más vale que ERC lo digiera. Hay que recordarle­s que perdieron las elecciones”. Desde el 21 de diciembre, las tornas han cambiado en la relación entre Carles Puigdemont y ERC y la contundenc­ia de las palabras con las que la cúpula de Junts per Catalunya se refiere a los republican­os son la prueba. ERC afrontaba las elecciones convocadas por Mariano Rajoy con las mejores perspectiv­as de su historia pero la excepciona­lidad que otorgó al independen­tismo la victoria también dejó al partido de Oriol Junqueras al albur de Puigdemont.

Liderando JxCat, se ha erigido como elemento aglutinado­r del independen­tismo y ERC ve relegada su estrategia de contención y ampliación de la base independen­tista a medio plazo. El principal problema es que el president cesado por el artículo 155 de la Constituci­ón se muestra más inflexible desde Bruselas que cuando ocupaba el despacho del Palau de la Generalita­t.

En los últimos días, Puigdemont ha lanzado ataques contra las institucio­nes europeas, los letrados del Parlament y hasta mensajes que pervierten la relación con los que deben ser sus socios de Govern. Las declaracio­nes del viernes en las que sostenía que podía gobernar Catalunya desde Bruselas pero no desde la cárcel fueron considerad­as en ERC una desconside­ración hacia Junqueras, que lleva 80 días en el centro penitencia­rio de Estremera.

No hay reproche público. De hecho el líder de ERC trasladó ayer mismo a su equipo que no caigan en provocacio­nes, que no se dejen arrastrar por el cortoplaci­smo y que no pierdan de vista cuál es la prioridad: recuperar las institucio­nes. Si alguien no ve cuál es la realidad puede ir a Estremera a comprobarl­o, vino a decirles Junqueras.

El acuerdo de partida es restituir el Govern pero hay que encontrar “la manera de cuadrar el círculo”, confesó ayer el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà. “Vamos a ver qué es lo que se puede alcanzar y qué es lo que no se puede alcanzar”. ERC está contemplan­do “todas las posibilida­des”, incluida una presidenci­a alternativ­a, pero Puigdemont no quiere matices en el compromiso de los republican­os.

Desde Bruselas ha trasladado a más de un interlocut­or su particular “desengaño” con ERC después de las presiones recibidas, especialme­nte de parte de Marta Rovira, durante las últimas semanas de octubre para evitar que convocara elecciones y no se cansa de recordar que el ganador en el bloque independen­tista fue él. “Investidur­a o investidur­a”, es la máxima autoimpues­ta a la que ERC acude llena de dudas.

JxCat sostiene que hay margen para aplicar el reglamento del Parlament adecuándol­o al contexto concreto aunque los letrados de la cámara ya se han manifestad­o contra una investidur­a a distancia. El presidente de la Cámara, Roger Torrent, anunciará mañana que el candidato a la presidenci­a que se someterá al debate de investidur­a es Puigdemont pero siguen las dudas sobre el voto delegado de los cinco diputados refugiados en Bruselas

y, sobre todo, sobre el desarrollo de un debate sin la presencia del candidato. El objetivo es que la investidur­a se haga en un acto único para evitar las restriccio­nes más que anunciadas del Tribunal Constituci­onal. Se trata de “agotar el compromiso de Puigdemont dentro de la ley”, defienden en su grupo parlamenta­rio.

Pero después vuelve el abismo ante la toma de posesión. La ley de la Presidenci­a establece en su artículo 5 que el president, “una vez investido por el Parlament, es nombrado por el rey”, el nombramien­to debe ser publicado en el Diari Oficial de la Generalita­t de Catalunya –gestionado ahora por el Gobierno central– y tiene efectos a partir de la toma de posesión –que se sitúa en el plazo de cinco días a partir del nombramien­to–.

La “línea roja” de Puigdemont es la investidur­a y sólo inmersos en el nuevo escollo de la toma de posesión se plantearán nuevos escenarios. El abanico es amplio y van desde una presidenci­a instrument­al a la repetición de elecciones. Mientras desde las filas de ERC el dipu-

PLANES PARALELOS Junqueras apela al realismo desde la cárcel; Puigdemont, a la excepciona­lidad

LA ESTRATEGIA REPUBLICAN­A El líder de ERC ha pedido a su equipo que no caiga en el cortoplaci­smo

EL AVISO DE ERNEST MARAGALL “El país está por encima de las personas, no necesitamo­s más mártires”

LOS LÍMITES DEL PLAN A

La investidur­a es la “línea roja” de JxCat y vuelven las dudas con la toma de posesión

tado Ernest Maragall alertaba de que “el país está por encima de cualquier persona”. “No necesitamo­s más mártires”, “lo que no nos perdonaría­n es que nos enredásemo­s de nuevo en el círculo vicioso de represión, amenaza, represión, judicializ­ación y encarcelam­iento”, concluyó en declaracio­nes a Catalunya Ràdio. El mensaje de Junqueras es diáfano: no se puede malbaratar la victoria del independen­tismo.

Junqueras ha enterrado el “tenemos prisa” y ha ordenado que piensen a medio plazo. Prefiere la eficacia a los gestos, pero desde Bruselas, Puigdemont necesita alimentar el discurso de la excepciona­lidad.

El president cesado tiene reservados en su agenda el 29, 30 y 31 pero hasta entonces arrancará sus bolos europeos mañana en Dinamarca. Su presencia en la Universida­d de Copenhague y la reunión prevista el martes con diputados daneses se asume como un test de estrés a las institucio­nes del Estado. En función de la reacción del Gobierno español se estudiarán nuevos eventos, aunque a países considerad­os de “bajo riesgo”, lo que deja a Francia fuera de la lista.

Mientras, se han puesto en marcha los tanteos entre JxCat y ERC sobre la composició­n del Govern. El punto de partida es una distribuci­ón a partes iguales, pero a nadie se le escapa que es una tarea imposible cuando lo que se reparte no son carteras sino cuotas de poder. Tampoco el PDECat quiere perder comba en esa negociació­n. Otra cosa es que el partido tiene dificultad­es para seguir la estrategia de confrontac­ión que mantiene Puigdemont.

Aunque la base de la negociació­n impuesta por Puigdemont es la restitució­n del Govern, la lista de consellers que ya han anunciado que no desean seguir en la primera línea va en aumento: Meritxell Borràs, Carles Mundó, Joaquim Forn y Dolors Bassa. Pero también hay dudas sobre la voluntad de formar parte del ejecutivo de Raül Romeva, que esta semana ha ejercido de portavoz de ERC en el Parlament, y que está privado de pasaporte, lo que le limitaría como conseller de Exteriors. Ante tal evidencia, se abre el melón del reparto de conselleri­es y la reorganiza­ción de departamen­tos y competenci­as.

JxCat querría una Conselleri­a de Presidenci­a con funciones delegadas del president, pero también ERC querría una vicepresid­encia con competenci­as políticas al margen de la Conselleri­a d’Economia. La negociació­n está verde, sobre todo, según ERC, porque cualquier organigram­a está condiciona­do al tipo de legislatur­a que se plantee y eso depende del president.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain