Tensando la cuerda
La derrota del PP en Catalunya pone en peligro el acuerdo de gobierno con Cs.
Las tensas relaciones entre Ciudadanos y el Partido Popular, tras la debacle electoral de los segundos, lejos de mitigar van a más. Incluso en la dirección del partido liberal hay voces que ven como una posibilidad que el choque acabe derivando en una ruptura del pacto de investidura que sustenta al Gobierno de Rajoy.
Otro sector, más mayoritario, aboga por mantener el acuerdo y tener tiempo así para diseñar con mesura las elecciones municipales y autonómicas del 2019, donde Cs espera dar un paso decisivo en el sorpasso que aspira a darle al PP.
“No parece que nuestra relación vaya a ser muy amistosa, nosotros cumplimos con el acuerdo, pero ellos nos han señalado ahora como su principal problema”, apuntan fuentes de Ciudadanos. Una escena que explica la guerra abierta entre las dos formaciones, competidoras por el espacio de centro derecha, y su animadversión creciente, fue el bronco choque dialéctico que mantuvieron el domingo por la noche ante las cámaras de La Sexta el vicesecretario del PP Javier Maroto y el portavoz parlamentario de Cs, Juan Carlos Girauta.
Por el momento, ayer, después de un fin de semana de duros mensajes del PP contra Cs –“son unos oportunistas”, dijo Rajoy–, Albert Rivera e Inés Arrimadas recomendaron a los populares que hagan “autocrítica” sobre su fracaso el 21-D, donde pasaron de once a cuatro diputados, así como de las carpetas judiciales por corrupción que les acechan, y se preocupen menos de ellos.
“Ni autocrítica por su fracaso en Catalunya ni por sus casos de corrupción. La solución para Rajoy es atacar a Cs”, lamentó Rivera en un mensaje de Twitter antes de entrar en la reunión de la ejecutiva del partido.
Posteriormente, Arrimadas expresó la posición de Cs en rueda de prensa, quien pidió al PP, pero también al PSOE, más autocrítica antes dedicar tiempo y esfuerzo a “atacar” al único partido que ha sido capaz de “vencer” a los independentistas en las urnas.
“No damos crédito”, admitió Arrimadas sobre la agresiva estrategia del PP, y abogó por que el Gobierno debería sentarse a analizar porque no ha sido capaz de “ilusionar con su proyecto” en Catalunya pese a la movilización de voto constitucionalista. En este sentido, señaló que el Ejecutivo del PP no ha abordado en los últimos años algunas reformas “imprescindibles” como la ley electoral, que con los resultados del 21-D hubiera evitado la mayoría de escaños independentistas en el Parlament, y para poner coto a los corruptos. No obstante, Arrimadas quiso rebajar las consecuencias del choque entre Cs y PP y recordó que comparten la defensa de la Constitución en Catalunya y la necesidad de que en España haya estabilidad política y social.
Con todo, la dirigente de Cs señaló uno de los conflictos que, además del 21-D, ha crispado su relación bilateral: la continuidad de la senadora Pilar Barreiro tras ser imputada en el caso Gürtel. La formación liberal exige que sea apartada inmediatamente y, de lo contrario, advierte de que estarán incumpliendo el acuerdo de investidura. “Esperemos que no tarden un mes y medio como hicieron con Pedro Antonio Sánchez en Murcia”, afirmó Arrimadas respecto a la dimisión del presidente de Murcia, forzada por las investigaciones judiciales y después de que Cs hubiera pedido su cese al conocerse su imputación.
Ciudadanos aún exige para apoyar las cuentas que dimita la senadora popular imputada por el caso Gürtel