EE.UU. adelanta al 2019 el traslado a Jerusalén de la embajada en Israel
Mahmud Abas pide, sin éxito, a la Unión Europea que reconozca a Palestina
Cuando el presidente estadounidense reconoció en diciembre que Jerusalén es la capital de Israel, se habló de que trasladar allí la embajada situada ahora en Tel Aviv llevaría al menos tres años. Ayer, sin embargo, el vicepresidente Mike Pence anunció que EE.UU. tendrá una embajada en Jerusalén a finales del 2019.
Pence fue recibido en Jerusalén como “un gran amigo del Estado judío” y en el Parlamento aseguró que EE.UU. “comparte los mismos valores que Israel”. La embajada se instalará en el actual edificio consular, situado en el barrio de Arnona, en Jerusalén Occidental, junto a la línea verde que marca la frontera de 1967 entre Israel y los territorios palestinos.
Pence tuvo que reprogramar varias veces su viaje ante el boicot de los palestinos, que se han negado a recibirle, y ayer en la Knesset tuvo que interrumpir su discurso ante la fuerte protesta de los diputados árabes israelíes que desplegaron carteles con el lema “Jerusalén es la capital de Palestina”.
El diputado Jamal Zahalka, de la Lista Árabe Unificada –que tiene 13 de los 120 diputados de la Cámara– espetó que “Jerusalén es nuestra y, como máximo, os dejaremos visitar el barrio palestino de Isawiya”. El presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, ordenó que lo evacuaran junto a los otros diputados que protestaban.
El presidente palestino, Mahmud Abas, se negó a recibir a Pence porque considera que EE.UU. no es imparcial. Ayer, de hecho, estuvo en Bruselas, donde insistió en que la UE reconozca a Palestina. Sin embargo, la alta representante, Federica Mogherini, se limitó a decirle que los Veintiocho están por reabrir las negociaciones de paz.
La UE quiere que estas negociaciones las lidere el Cuarteto para Oriente Medio: EE.UU., Rusia, la UE y la ONU. Mogherini defiende la solución de dos estados y cree que EE.UU. y la UE deben trabajar juntos para conseguirla.
Abas se mostró contrariado. No cree que sea un problema reconocer a Palestina y, al mismo tiempo, reabrir las negociaciones. Francia está dispuesta a que la UE firme un acuerdo de asociación con Palestina pero de momento no hay consenso para ir tan lejos.
Mogherini dijo que la UE no puede lograr la paz en Oriente Medio al margen de EE.UU. pero que EE.UU. tampoco puede conseguirla sin la UE, principal donante de Palestina.
El primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, aplaudió a
Bruselas advierte a Washington que no podrá lograr la paz entre israelíes y palestinos sin su ayuda
Pence cuando dijo que los palestinos deben negociar con Israel y también cuando reiteró que EE.UU. sólo apoyará un acuerdo de paz que permita a Israel defender sus fronteras. Netanyahu dijo que “no hay alternativa” al liderazgo norteamericano de las negociaciones.
La Administración Trump, como ayer volvió a dejar claro Pence, defiende la solución de dos estados pero sólo “si las dos partes lo desean”.
Jared Kushner, yerno de Trump, lleva meses trabajando una propuesta de paz que tiene previsto anunciar en breve. Pence pidió al presidente egipcio, Abdul Fatah al Sisi, y al rey Abdalah II de Jordania que apoyen el diálogo que EE.UU. está dispuesto a liderar entre israelíes y palestinos. El último esfuerzo en este sentido fracasó en abril del 2014.
Desde entonces, como han denunciado la UE y la ONU, Israel ha consolidado aún más su presencia en Cisjordania, dificultando la viabilidad de un Estado palestino.
Pence también se refirió a Irán durante su discurso en la Knesset. Dijo que el actual acuerdo nuclear es un desastre y tendió una mano a los iraníes. “Somos vuestros amigos –les dijo–, y algún día os liberaréis del régimen que os asfixia”.