Apoyar la marca Barcelona
ADA Colau participó ayer en el encuentro con los medios de comunicación que se celebra cada año en el Col·legi de Periodistes bajo el epígrafe La alcaldesa responde. Esta cita se ha convertido ya en tradición y brinda al alcalde barcelonés la oportunidad de revisar las líneas maestras del último año y anunciar las del entrante.
Desde los primeros compases de su mandato, la alcaldesa Colau ha expresado su deseo de proteger a Barcelona de ciertos operadores económicos e inmobiliarios, españoles o extranjeros, que a su manera de ver modifican de modo inadecuado el perfil de la ciudad. A partir de la moratoria turística con la que se estrenó hace dos años y medio, Colau se ha caracterizado por una política en la que predomina la atención a los barrios, pero en la que han abundado las restricciones, y a menudo parece prevalecer el uso del freno sobre el del acelerador. La potenciación de la marca Barcelona en los mercados internacionales nunca ha parecido ser su prioridad.
Sin embargo, o quizás por ello, uno de los puntos clave de su conferencia de ayer fue el anuncio de una campaña de promoción de la marca Barcelona en la escena internacional. No con el objetivo de incrementar el número de turistas que nos visitan, indudable fuente de ingresos y también de algunas incomodidades, en ocasiones serias, para los barceloneses. Pero sí con el de restaurar el brillo y los atractivos de dicha marca.
La medida nos parece oportuna. Nos lo parecería en cualquier circunstancia. Y nos lo parece, en particular, en la presente. Los atentados del 17-A y, sobre todo, los efectos indeseados del proceso independentista, ilustrados con las imágenes del 1-O que dieron la vuelta al mundo, han tenido un efecto disuasorio sobre demasiados visitantes potenciales de la ciudad. Colau ha creído que ahora era por tanto oportuno dirigir a los mercados exteriores un mensaje tranquilizador y recordarles de paso, haciendo honor a la verdad, que la ciudad conserva todos los atractivos que la han convertido en uno de los destinos más deseados.
La alcaldesa abordó ayer, en su conferencia, otros aspectos de la gestión ciudadana. Pero creemos que este plan relativo a la buena imagen de la ciudad es destacable, porque supone un ejercicio de realismo y porque persigue un objetivo en el que todos los barceloneses coincidirán: defender el atractivo de la ciudad. Estamos a un mes del inicio de la edición del 2018 del Mobile World Congress, extraordinaria plataforma promocional para Barcelona, y por tanto marco idóneo para lanzar una campaña como la anunciada por Colau.