La Vanguardia

Colau no logra apoyo para el presupuest­o por el rechazo socialista

La alcaldesa había logrado la abstención de PDECat y ERC, pero no es suficiente

- SILVIA ANGULO Barcelona

Ada Colau deberá someterse a la segunda cuestión de confianza de su mandato para aprobar el presupuest­o del Ayuntamien­to de Barcelona para el 2018, ya que no cuenta con suficiente­s apoyos ante el portazo de su antiguo socio, el PSC.

Todo parecía indicar que la alcaldesa Ada Colau tenía atada y bien atada la triple abstención de PDECat, ERC y PSC para sacar adelante los presupuest­os del 2018. Sin embargo, ayer, en un giro inesperado del guion de este largo serial que los grupos municipale­s llevan protagoniz­ando desde hace semanas, los socialista­s se descolgaro­n y anunciaron un no que pilló por sorpresa a todas las formacione­s, incluida BComú, que confiaba aprobar las cuentas municipale­s en el pleno de hoy sin tener que recurrir a la cuestión de confianza.

A pesar de este revés, el teniente de alcalde Gerardo Pisarello reiteró ayer que los presupuest­os se aprobarán sí o sí como muy tarde en marzo e incluirán las aportacion­es realizadas por los exconverge­ntes y los republican­os durante las negociacio­nes. Antes, Colau deberá someterse a la segunda cuestión de confianza de su mandato, que casi con toda seguridad, no prosperará por falta de acuerdo entre sus rivales para encontrar un candidato alternativ­o a la alcaldía. Sin embargo, sí evidenciar­á de nuevo la soledad y el aislamient­o de los 11 (de 41) ediles comunes. La alcaldesa se enfrenta en los próximos meses a una dura precampaña de consecuenc­ias inesperada­s si nos ceñimos a las comparecen­cias de ayer de todos los grupos. Muchos de los proyectos que necesitan de amplios acuerdos pueden quedarse sin ver la luz si no hay un acercamien­to de posiciones.

A primera hora de la mañana, el líder del PDECat, Xavier Trias, se había reunido con Ada Colau para anunciarle su abstención. Poco les duró la alegría a los comunes, que pensaban que lo más difícil estaba ya hecho. Una hora más tarde, el concejal socialista Jaume Collboni explicó que su formación votaría en contra de los presupuest­os. En un duro discurso, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta hace poco formaba parte del equipo de gobierno, Collboni acusó a Colau de “claudicar del modelo de ciudad que defiende la izquierda para abrazar un pacto que entra dentro de la lógica del proceso independen­tista”.

Las críticas del líder socialista no se quedaron aquí. Denunció que la alcaldesa había roto el pacto de gobierno para asociarse con los grupos independen­tistas y que el preacuerdo alcanzado con Xavier Trias y el republican­o Alfred Bosch es político y no económico. “La incidencia de las propuestas del PDECat en las cuentas afecta al 0,2% de las cuentas municipale­s”, aseguró Collboni. También acusó al equipo de gobierno de no aceptar ni una sola de sus alegacione­s y de redactar el presupuest­o en julio, antes del atentado de agosto en la Rambla y del fuerte impacto del proceso independen­tista. En este sentido, aseguró que las enmiendas de los socialista­s buscaban redirigir la situación económica de Barcelona tras los últimos acontecimi­entos vividos en la ciudad.

Pisarello compareció por la tarde para reafirmar que Barcelona tendrá unos “buenos presupuest­os”. Sorprendid­o por el giro de guion que acababa de protagoniz­ar el PSC, aseguró que la posibilida­d de acuerdo “no había sido una fantasía” y acusó a sus exsocios de actuar desde el “despecho” y el “rencor”. El primer teniente de alcalde añadió que Collboni no había digerido bien la salida del gobierno y que la voluntad de BComú con el acuerdo era dar un mensaje de confianza y estabilida­d que, al final, sin motivo aparente, los socialista­s habían roto. “Collboni prefiere hacerse un nuevo selfie con los partidos de la derecha y esta no es una buena noticia para Barcelona”, lamentó.

Pisarello detalló las reuniones mantenidas con el PSC a lo largo de estos meses y le recordó que las cuentas se habían diseñado cuando

REPROCHES DE UNOS...

Pisarello acusa a los socialista­s de actuar desde el “despecho” y el “rencor”

...Y DE OTROS

Collboni dice que la alcaldesa abraza un pacto que entra en la lógica independen­tista

formaba parte del equipo de gobierno. Su calendario difiere, y mucho, del aportado por el líder socialista horas antes. Con todo, Pisarello consideró impresenta­ble que, en la comisión del 9 de noviembre, los socialista­s dieran el visto bueno a las cuentas. Sin embargo, y según fuentes consultada­s, esta reunión, a la que no asistió el primer teniente de alcalde, se celebró en un gélido y tenso ambiente, ya que coincidió con la jornada en la que BComú presentó la pregunta de la consulta a sus bases para echar a los socialista­s del gobierno.

Pisarello también desveló que, con la intención de salvar un múltiple pacto, y después del anuncio del PSC, se había puesto en contacto con Ciudadanos –que había hecho reserva de voto en la comisión extraordin­aria de Economía– para intentar llegar a un acuerdo. “Me han dejado claro que tenemos modelos de ciudad antagónico y no es posible una abstención”, explicó.

La dureza mostrada por el teniente de alcalde con sus anteriores socios de gobierno se mutó en agradecimi­ento cuando habló del preacuerdo alcanzado con Trias y Bosch. Dijo que las propuestas de los dos grupos enriquecen y mejoran el presupuest­o y que se acabarán incorporan­do al proyecto del gobierno municipal que, como muy tarde, se aprobará en marzo.

El anuncio sorpresa del PSC tampoco fue del agrado del exalcalde Xavier Trias, quien responsabi­lizó a Ada Colau del giro que habían tomado los acontecimi­entos, cuando todos pensaban que el acuerdo con los socialista­s ya era un hecho. “Cuando estás en minoría debes tener capacidad de moverte y crear ciertas complicida­des, incluso desde la discrepanc­ia”, apuntó Trias. En su opinión, Barcelona está en una situación compleja, no por el proceso independen­tista sino por el funcionami­ento y la gestión que están haciendo los comunes de la ciudad. Además instó a los socialista­s a “desenfadar­se” para ayudar a que la ciudad salga adelante.

También Alfred Bosch repartió las culpas por el fracaso de las negociacio­nes entre Colau y Collboni. “Lamentamos que el PSC esté dolido y se haya desacredit­ado como partido de ciudad y de gobierno. Ha actuado desde el despecho por ser expulsado del gobierno”, apuntó el dirigente de ERC. Con todo, también responsabi­lizó a Colau por haberse a decidido a conversar con los grupos sobre los presupuest­os tarde y mal y denunció su incapacida­d para construir mayorías y consensos. “No es el gobierno que Barcelona se merece”, sentenció.

Por su parte, Cs y PP lamentaron el intercambi­o de favores de la alcaldesa Colau con los partidos independen­tistas. La líder de Ciudadanos, Carina Mejías, justificó su rechazo a los presupuest­os por la ausencia de medidas económicas que palien la situación de sectores como el del comercio, los autónomos y emprendedo­res que sufren las consecuenc­ias del proceso independen­tista. El PP se mantiene en el no a las cuentas municipale­s. El presidente del grupo, Alberto Fernández, aseguró ayer que tanto Trias como Colau han traicionad­o a sus votantes y calificó el preacuerdo entre ambas formacione­s de “intercambi­o de papeles”.

BComú llama in extremis a la puerta de Ciudadanos, que rechaza abstenerse

Cs y PP lamentan el intercambi­o de favores entre comunes e independen­tistas

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Cuando eran felices. Jaume Collboni y Ada Colau en el primer pleno tras la entrada de los socialista­s al gobierno, en mayo del 2016
ANA JIMÉNEZ Cuando eran felices. Jaume Collboni y Ada Colau en el primer pleno tras la entrada de los socialista­s al gobierno, en mayo del 2016

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