Colau no logra apoyo para el presupuesto por el rechazo socialista
La alcaldesa había logrado la abstención de PDECat y ERC, pero no es suficiente
Ada Colau deberá someterse a la segunda cuestión de confianza de su mandato para aprobar el presupuesto del Ayuntamiento de Barcelona para el 2018, ya que no cuenta con suficientes apoyos ante el portazo de su antiguo socio, el PSC.
Todo parecía indicar que la alcaldesa Ada Colau tenía atada y bien atada la triple abstención de PDECat, ERC y PSC para sacar adelante los presupuestos del 2018. Sin embargo, ayer, en un giro inesperado del guion de este largo serial que los grupos municipales llevan protagonizando desde hace semanas, los socialistas se descolgaron y anunciaron un no que pilló por sorpresa a todas las formaciones, incluida BComú, que confiaba aprobar las cuentas municipales en el pleno de hoy sin tener que recurrir a la cuestión de confianza.
A pesar de este revés, el teniente de alcalde Gerardo Pisarello reiteró ayer que los presupuestos se aprobarán sí o sí como muy tarde en marzo e incluirán las aportaciones realizadas por los exconvergentes y los republicanos durante las negociaciones. Antes, Colau deberá someterse a la segunda cuestión de confianza de su mandato, que casi con toda seguridad, no prosperará por falta de acuerdo entre sus rivales para encontrar un candidato alternativo a la alcaldía. Sin embargo, sí evidenciará de nuevo la soledad y el aislamiento de los 11 (de 41) ediles comunes. La alcaldesa se enfrenta en los próximos meses a una dura precampaña de consecuencias inesperadas si nos ceñimos a las comparecencias de ayer de todos los grupos. Muchos de los proyectos que necesitan de amplios acuerdos pueden quedarse sin ver la luz si no hay un acercamiento de posiciones.
A primera hora de la mañana, el líder del PDECat, Xavier Trias, se había reunido con Ada Colau para anunciarle su abstención. Poco les duró la alegría a los comunes, que pensaban que lo más difícil estaba ya hecho. Una hora más tarde, el concejal socialista Jaume Collboni explicó que su formación votaría en contra de los presupuestos. En un duro discurso, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta hace poco formaba parte del equipo de gobierno, Collboni acusó a Colau de “claudicar del modelo de ciudad que defiende la izquierda para abrazar un pacto que entra dentro de la lógica del proceso independentista”.
Las críticas del líder socialista no se quedaron aquí. Denunció que la alcaldesa había roto el pacto de gobierno para asociarse con los grupos independentistas y que el preacuerdo alcanzado con Xavier Trias y el republicano Alfred Bosch es político y no económico. “La incidencia de las propuestas del PDECat en las cuentas afecta al 0,2% de las cuentas municipales”, aseguró Collboni. También acusó al equipo de gobierno de no aceptar ni una sola de sus alegaciones y de redactar el presupuesto en julio, antes del atentado de agosto en la Rambla y del fuerte impacto del proceso independentista. En este sentido, aseguró que las enmiendas de los socialistas buscaban redirigir la situación económica de Barcelona tras los últimos acontecimientos vividos en la ciudad.
Pisarello compareció por la tarde para reafirmar que Barcelona tendrá unos “buenos presupuestos”. Sorprendido por el giro de guion que acababa de protagonizar el PSC, aseguró que la posibilidad de acuerdo “no había sido una fantasía” y acusó a sus exsocios de actuar desde el “despecho” y el “rencor”. El primer teniente de alcalde añadió que Collboni no había digerido bien la salida del gobierno y que la voluntad de BComú con el acuerdo era dar un mensaje de confianza y estabilidad que, al final, sin motivo aparente, los socialistas habían roto. “Collboni prefiere hacerse un nuevo selfie con los partidos de la derecha y esta no es una buena noticia para Barcelona”, lamentó.
Pisarello detalló las reuniones mantenidas con el PSC a lo largo de estos meses y le recordó que las cuentas se habían diseñado cuando
REPROCHES DE UNOS...
Pisarello acusa a los socialistas de actuar desde el “despecho” y el “rencor”
...Y DE OTROS
Collboni dice que la alcaldesa abraza un pacto que entra en la lógica independentista
formaba parte del equipo de gobierno. Su calendario difiere, y mucho, del aportado por el líder socialista horas antes. Con todo, Pisarello consideró impresentable que, en la comisión del 9 de noviembre, los socialistas dieran el visto bueno a las cuentas. Sin embargo, y según fuentes consultadas, esta reunión, a la que no asistió el primer teniente de alcalde, se celebró en un gélido y tenso ambiente, ya que coincidió con la jornada en la que BComú presentó la pregunta de la consulta a sus bases para echar a los socialistas del gobierno.
Pisarello también desveló que, con la intención de salvar un múltiple pacto, y después del anuncio del PSC, se había puesto en contacto con Ciudadanos –que había hecho reserva de voto en la comisión extraordinaria de Economía– para intentar llegar a un acuerdo. “Me han dejado claro que tenemos modelos de ciudad antagónico y no es posible una abstención”, explicó.
La dureza mostrada por el teniente de alcalde con sus anteriores socios de gobierno se mutó en agradecimiento cuando habló del preacuerdo alcanzado con Trias y Bosch. Dijo que las propuestas de los dos grupos enriquecen y mejoran el presupuesto y que se acabarán incorporando al proyecto del gobierno municipal que, como muy tarde, se aprobará en marzo.
El anuncio sorpresa del PSC tampoco fue del agrado del exalcalde Xavier Trias, quien responsabilizó a Ada Colau del giro que habían tomado los acontecimientos, cuando todos pensaban que el acuerdo con los socialistas ya era un hecho. “Cuando estás en minoría debes tener capacidad de moverte y crear ciertas complicidades, incluso desde la discrepancia”, apuntó Trias. En su opinión, Barcelona está en una situación compleja, no por el proceso independentista sino por el funcionamiento y la gestión que están haciendo los comunes de la ciudad. Además instó a los socialistas a “desenfadarse” para ayudar a que la ciudad salga adelante.
También Alfred Bosch repartió las culpas por el fracaso de las negociaciones entre Colau y Collboni. “Lamentamos que el PSC esté dolido y se haya desacreditado como partido de ciudad y de gobierno. Ha actuado desde el despecho por ser expulsado del gobierno”, apuntó el dirigente de ERC. Con todo, también responsabilizó a Colau por haberse a decidido a conversar con los grupos sobre los presupuestos tarde y mal y denunció su incapacidad para construir mayorías y consensos. “No es el gobierno que Barcelona se merece”, sentenció.
Por su parte, Cs y PP lamentaron el intercambio de favores de la alcaldesa Colau con los partidos independentistas. La líder de Ciudadanos, Carina Mejías, justificó su rechazo a los presupuestos por la ausencia de medidas económicas que palien la situación de sectores como el del comercio, los autónomos y emprendedores que sufren las consecuencias del proceso independentista. El PP se mantiene en el no a las cuentas municipales. El presidente del grupo, Alberto Fernández, aseguró ayer que tanto Trias como Colau han traicionado a sus votantes y calificó el preacuerdo entre ambas formaciones de “intercambio de papeles”.
BComú llama in extremis a la puerta de Ciudadanos, que rechaza abstenerse
Cs y PP lamentan el intercambio de favores entre comunes e independentistas