Juan Luis Arsuaga
Es el resto de ‘Homo sapiens’ más viejo de fuera de África: casi 200.000 años
PALEONTÓLOGO
Un fósil de hace casi 200.000 años hallado en Israel, en cuyo estudio ha tenido un papel destacado Juan Luis Arsuaga, aporta la prueba más antigua de presencia de nuestra especie, Homo sapiens, fuera de África.
Un fósil de hace casi 200.000 años descubierto en el monte Carmelo de Israel ha demostrado que nuestra especie, Homo sapiens, salió de África por lo menos 50.000 años antes de lo que indicaban hasta ahora los hallazgos arqueológicos.
El descubrimiento, que se presenta hoy en la revista Science, sugiere que la emergencia y expansión de los Homo sapiens estuvo vinculada a una innovadora técnica de talla de herramientas de piedra conocida como método Levallois. Esta técnica, más versátil y sofisticada que las anteriores, permitió a sus inventores explotar los recursos naturales con más eficiencia.
Por otro lado, el fósil de Israel ayuda a reconciliar los resultados de los análisis genéticos con los hallazgos arqueológicos. Según los análisis genéticos, se produjeron cruces entre el linaje de los Homo sapiens que venían de África y el de los neandertales que vivían en Eurasia en algún momento hace entre 219.000 y 460.000 años. El registro arqueológico, por el contrario, no había encontrado ninguna prueba de que los Homo sapiens se hubieran aventurado fuera de África hasta una fecha más tardía.
El fósil ha aparecido en la Cueva Misliya, que forma parte del complejo de cuevas del monte Carmelo, en las que se excava desde los años 20 del siglo pasado. El lugar disfrutó de periodos de clima húmedo hace hace entre 190.000 y 244.000 años y de largas épocas de aridez tanto antes como después, lo que sugiere que los humanos pudieron poblar la región de manera esporádica sin llegar a asentarse.
El fragmento de cráneo está formado por medio maxilar, con sus ocho piezas dentales –aunque un incisivo está roto– y una parte del pómulo y del paladar. Los autores de la investigación lo clasifican como Homo sapiens porque presenta rasgos característicos de nuestra especie y, por el contrario, le faltan rasgos diagnósticos de los neandertales y de cualquier otra especie humana.
Su antigüedad se ha calculado con tres métodos de datación complementarios que permiten situar la edad del fósil entre 177.000 y 194.000 años. Esta datación lo convierte en la prueba más antigua de presencia de Homo sapiens fuera de África.
Dentro de África, los restos más antiguos atribuidos a nuestra especie son dos grupos de fósiles hallados en yacimientos de Etiopía que tienen edades estimadas de 160.000 y de 195.000 años. Asimismo, se han encontrado fósiles más antiguos en Marruecos y en Sudáfrica que se sitúan en la línea evolutiva que más adelante llevó a los Homo sapiens.
El maxilar del monte Carmelo aporta así una pieza más a un romvitz, pecabezas aún incompleto. En sedimentos de su misma antigüedad y de la misma cueva se han encontrado herramientas de piedra talladas con la tecnología Levallois. Esta tecnología ha aparecido también en el yacimiento de Jebel Irhoud de Marruecos junto a los fósiles de la línea evolutiva de los Homo sapiens, que tienen unos 300.000 años.
La visión que emerge de este conjunto de hallazgos es que nuestra especie apareció en algún lugar de África hace entre 200.000 y 300.000 años. A partir de ahí, “tomaron la ruta para salir a través del valle del Nilo y siguieron la costa mediterránea”, explica en entrevista telefónica Israel Hershko-
CAMBIO DE GUION
El hallazgo prueba que los humanos modernos llegaron a Eurasia antes de lo que se pensaba
MIGRACIÓN POSTERIOR “Nosotros descendemos de los que salieron más tarde, hace 60.000 años”, aclara Juan Luis Arsuaga
primer autor de la investigación, de la Universidad de Tel Aviv. No hay pruebas de que en esta primera salida llegaran más allá de Oriente Medio, donde entraron en contacto con los neandertales.
En una migración posterior se extendieron hasta China, donde se han encontrado 47 piezas dentales de Homo sapiens de unos 100.000 años de antigüedad. Pero la gran salida de África, que les llevó a extenderse por todo el mundo, fue la que se produjo hace unos 60.000 años. “Nosotros somos descendientes de los que salieron hace 60.000 años”, aclara Juan Luis Arsuaga, paleontólogo de la Universidad Complutense y coautor de la investigación.