Duelo por el número 1
Simona Halep y Carolina Wozniacki se sobreponen a todo para ser finalistas
El Open de Australia aguarda la final femenina con expectación, toda vez que se enfrentarán las dos primeras tenistas del ranking, la rumana Simona Halep y la danesa Caroline Wozniacki, que además pelearán por levantar su primer título del Grand Slam, un trofeo que lleva añadida la condición de número
1 del mundo.
El calor habitual de estas fechas en Melbourne ha castigado como siempre a todas las tenistas, pero dos de ellas, las finalistas, han superado todos los obstáculos para alcanzar la final de mañana, un escenario magnífico en busca de su primer título de Grand Slam. Simona Halep ha perdido dos veces en Roland Garros –la última, el año pasado, en un partido en el que dominaba claramente a Ostapenko, y la anterior en el 2014–, mientras que Caroline Wozniacki ha cedido también en dos oportunidades en el US Open (2009 y 2014). A la campeona le espera, además, el número uno mundial.
“Fue una montaña rusa, pero jamás tiré la toalla y me siento muy orgullosa”, explicó la rumana Halep después de su triunfo ante la alemana Angelique Kerber por 6-3, 4-6, 9-7 en un duelo con suspense hasta el último golpe. Kerber –campeona en el 2016– tuvo dos bolas de partido, pero no las pudo aprovechar cuando tenía, además, el servicio a su favor con 5-6. Lo mismo había sucedido poco antes con 5-4 para Halep, que recuerda “un momento muy duro en el que todo era posible. Pero nunca renuncié y seguí luchando”.
Y es que la tenista de Constanza se ha agarrado a la Rod Laver Arena en esta edición. La vivencia de la semifinal no era nueva para ella porque en encuentro de la tercera ronda ante la estadounidense Lauren Davis, 76 del mundo, remontó otras tres pelotas en contra en uno de los mejores combates del 2018, que se alargó durante 3h45m. Después del 6-4, 4-6 de los dos primeros sets, el definitivo tuvo una duración de 2h22m. No hubo tregua hasta el desenlace, resuelto por 15-13. Un espectáculo de supervivencia, recogido con muchos comentarios elogiosos desde las redes sociales. “No sentía ni mis músculos ni mis pies”, comentó la rumana después del maratón deportivo.
Tampoco lo ha tenido fácil Carolina Wozniacki, que se impuso a Elise Mertens por 6-3, 7-6 (2). La semifinal no tuvo nada que ver con la de Halep, pero sí es cierto que la jugadora de Odense tuvo una desaparición inexplicable cuando dominaba por 5-4 y 30-0 en el segundo set y servía para sellar su clasificación para la final. En ese instante se bloqueó, cometió dos dobles faltas y permitió que su rival cogiera la iniciativa hasta el 5-6 y tuviera incluso dos oportunidades de forzar la tercera manga. ¿Qué había sucedido para que la danesa, una tenista más experta, perdiera la concentración? La propia Wozniacki lo explicó: fue el recuerdo de la semifinal del 2011, cuando era número uno del mundo, en la que desperdició una bola para llegar a la final frente a la china Na Li. “Ese partido sigue en mi cabeza”, precisó la danesa.
Pero no fue el de ayer el momento más complicado para Wozniacki en este Open de Australia. En la tercera ronda se enfrentó a Jana Fett, que llegó a vencer por 6-3, 2-6 y 5-1 en el tercer set. La croata (119 del mundo) no se lo creyó, le entró vértigo ante la posibilidad de culminar lo que hubiera sido un triunfo excelente para ella y perdió seis juegos consecutivos. La danesa seguía viva, como también lo estuvo el año pasado cuando perdió seis finales consecutivas antes de cerrar el 2017 con dos buenos resultados: las victorias en Tokio (6-2, 6-0 a Muguruza en las semifinales) y, sobre todo, en el Masters de Singapur, donde derrotó por un doble 6-4 a Venus Williams en el último partido. Anteriormente, en encuentro del grupo, se había impuesto a Simona Halep por un contundente 6-0, 6-2, el precedente más reciente entre las dos finalistas en Melbourne. De hecho, Wozniacki domina los duelos directos por 4-2 antes de una final muy abierta.
En la final se enfrentan la número uno, Halep, y la dos, Wozniacki, en busca de la supremacía mundial