Un alto diplomático de EE.UU. acusa a Suu Kyi en la crisis de los rohinyás
Bill Richardson critica la “falta de liderazgo moral” de la premio Nobel de la Paz
La crisis de los refugiados rohinyás lleva camino de convertirse en una asignatura insalvable para la líder de facto de Birmania, Aung San Suu Kyi. El veterano diplomático estadounidense y amigo suyo durante décadas Bill Richardson anunció su dimisión del comité asesor para resolver el problema de discriminación que afecta a esta minoría musulmana tras la primera reunión y lo hizo con duras críticas hacia la premio Nobel de la Paz. Las autoridades birmanas aseguraron anoche que le pidieron que se marchara a la vista de que “perseguía su propia agenda”.
Bill Richardson, que fue embajador de EE.UU. ante la ONU, secretario de Energía con Bill Clinton y gobernador del estado de Nuevo México, puso en entredicho la credibilidad del comité asesor que Aung San Suu Kyi nombró en diciembre para resolver la crisis en el estado Rakhine, en el oeste de Birmania. Desde agosto, la región ha sufrido un éxodo de 688.000 rohinyás, provocado por una violenta campaña del ejército en busca de un grupo de rebeldes que defienden los derechos de esta minoría apátrida. Una iniciativa que la ONU calificó de “limpieza étnica de manual”.
“En buena conciencia, no puedo desempeñar este papel”, dijo Richardson al comunicar “con gran decepción” su dimisión de este grupo de diez asesores, de los que cinco eran personalidades extranjeras.
Su comentario era el punto final de una serie de duras críticas al comité y a Aung San Suu Kyi, a quien había visitado en los años noventa cuando estaba bajo arresto domiciliario por la última junta militar que gobernó Birmania. El veterano diplomático estadounidense no se mordió la lengua a la hora de repartir reproches. En el comunicado en el anunció su dimisión, subrayó que había adoptado esta decisión tras quedarse “extremadamente decepcionado” con la actitud de la dirigente birmana durante la reunión, a quien recriminó su “falta de liderazgo moral” mostrada en esta crisis humanitaria, por negarse a hablar de la campaña de los militares. También se asombró de su reacción, que describió como “furiosa”, cuando él sacó el tema de los dos periodistas de Reuters detenidos mientras investigaban sobre los abusos de los militares en el estado Rakhine durante la campaña de represión contra los rohinyá. Los dos reporteros han sido acusados de violar la ley de secretos oficiales.
Una suma de elementos que impulsaron a Richardson a expresar su temor de que “este panel se convierta en un equipo de animadoras del Gobierno, en lugar de proponer las políticas genuinas de cambio desesperadamente necesarias para garantizar la paz, la estabilidad y el desarrollo en el estado Rakhine”. Dijo que se iba porque no quería participar en “un lavado de imagen”.
Y señaló en este sentido al presidente del grupo, el tailandés Surakiart Sathirathai. Le acusó de falta de compromiso para abordar los puntos conflictivos y de mostrar “deseos en lugar de evitar aquellos asuntos que puedan incomodar a los anfitriones”
Unas conclusiones a la que el diplomático dijo haber llegado tras constatar la nula sinceridad de los restantes miembros del grupo ante la falta de reconocimiento del derecho a la ciudadanía de los rohinyá, a quien el Estado birmano considera inmigrantes ilegales de Bangladesh. Una percepción que también afirmó haber percibido en el desprecio con que se abordó el papel de la prensa, de la ONU y de las organizaciones pro derechos humanos que denunciaron los abusos cometidos por los militares.
Por su parte, el Gobierno birmano lamentó la renuncia de Bill
El diplomático dimite del comité asesor porque no quiere participar en un lavado de imagen del Gobierno
Richardson, pero subrayó que el diplomático se había extralimitado en sus funciones. “Lo invitamos para obtener sus consejos sólo sobre el estado Rakhine y no se le pidió que discutiera todos los asuntos de Birmania. No era su mandato y el consejo asesor no se formó para discutir ese tema (la detención de los dos periodistas)”, afirmó el portavoz de la oficina de San Suu Kyi, U Zaw Htay, quien lamentó que Richardson “no haya intentado comprender Birmania antes de criticarla”.