Barcelona ignora qué hay tras 6.647 persianas bajadas
La ciudad tiene 78.033 comercios de planta baja; el 77,2%, 60.265, están activos y más de 3.000 locales cerrados son de “uso residencial”
Parece un título de Agatha Christie. El misterio de las persianas bajadas. Y, como toda novela de misterio, tiene sus héroes: cuatro incansables Hércules Poirot (seis, algunos días). Estos detectives recorrieron de mayo a noviembre del 2016 todas las calles de Barcelona, una a una, para realizar el inventario comercial más fiable que ha tenido jamás la ciudad. Pero ahora no han de resolver un enigma, sino 13.023. Esa es la cifra de locales inactivos de los que el Ayuntamiento admite no tener una “información exacta”.
Joan Miquel Piqué, de la empresa que ha hecho el censo, rebaja un poco la cifra. Barcelona, explica, tiene 78.033 locales de planta baja: 60.265 en servicio y 17.768 cerrados. De los inactivos, hay 4.745 en venta, traspaso o alquiler. Y no todos de los restantes 13.023 negocios tienen el mismo protagonismo en este misterio.
Se sabe, por ejemplo, que un total de 3.106 han renacido como viviendas (en muchos casos, sin cédula de habitabilidad) o reciben otros “usos residenciales, como garajes o instalaciones relacionadas, como un transformador eléctrico”. Otros 3.270 locales tuvieron una actividad económica previa antes de que bajaran la persiana. Eso deja un núcleo duro de 6.647 comercios de los que no se sabe absolutamente nada, salvo que han cerrado. Barcelona ignora qué sucede, si es que sucede algo, al otro lado de sus persianas bajadas. “Son locales –dice el Ayuntamiento– de los que no se dispone de datos sobre su posible uso actual o futuro”. De momento, la función del censo era hacer la foto actual. Posteriores estudios aclararán los interrogantes que siguen sin respuesta.
El Eixample lidera la actividad comercial de Barcelona, con 14.368 locales en servicio, el doble que los 7.114 de Sant Martí, medalla de plata. Ciutat Vella obtiene la de bronce, con 6.222. El Eixample también lidera la lista por densidad comercial, con 2.163 negocios por km2. Le siguen Gràcia (1.816) y Ciutat Vella (1.788). Los farolillos rojos son Sarrià-Sant Gervasi y Sants- Montjuïc, que no llegan a los 350/ km2. El anterior censo era del 2014, “pero este es más preciso y muestra un conocimiento más fidedigno de nuestra realidad comercial”, explica el economista Agustí Colom, concejal de Empleo, Empresa y Turismo.
El recuento de hace cuatro años cometió errores de bulto, como contabilizar todos los mercados, galerías y centros comerciales como si fueran un único negocio, cuando sólo los 42 mercados municipales albergan un total de 3.312 establecimientos. Esos criterios explican que aquella radiografía no sea tan segura como la actual, que desde ayer ya se puede ver en la web municipal.
El concejal Colom adelanta posibles explicaciones al misterio de las persianas bajadas. “Pueden ser locales intercomunicados con otros o sin actividades comerciales directas, pero que se utilicen como almacenes de terceros negocios”. Las inspecciones se hicieron en horario comercial, de 9 a 19 horas, por lo que no cabe descartar “que algunos sean locales de ocio nocturno sin signos externos que los identifiquen”.
La otra gran sorpresa del censo, las tiendas reconvertidas en viviendas, ya era conocida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). “Esta realidad viene de lejos”, dicen dos de sus portavoces, Luis Sanmartín y Lucía Delgado. La Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB), que representa a cien entidades, habló ayer “de una vergonzosa situación provocada por la falta de pisos sociales y los alquileres impagables”.
En los últimos meses se han producido varios desahucios de familias que vivían en antiguas oficinas o fruterías. Es el caso de dos familias monoparentales: la de Antonio, con la custodia compartida de un hijo menor de edad; y la de Karima, madre de un niño de 9 años y de una niña de 10. Ambos fueron desahuciados por las dificultades para pagar el alquiler, pero no pudieron acceder al escaso parque de pisos para realojar a familias vulnerables.
La Mesa de Emergencias, que integran el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, gestiona este servicio. Pero sus viviendas están pensadas para personas que hayan perdido su hogar. Y oficialmente Antonio y Karima no han perdido un hogar, sino una tienda y además sin cédula de habitabilidad. “La Administración –agrega la PAH– no puede mirar para otro lado y más cuando según el propio inventario municipal hay 3.106 locales comerciales con usos residenciales”. Hoy Antonio, Karima y sus hijos han sido realojados por la PAH en dos de sus bloques.
“Las familias que viven en comercios tienen más problemas en caso de desahucio”
“Esta es una situación vergonzosa provocada por la falta de pisos y alquileres impagables”
El Eixample lidera la actividad comercial de Barcelona, con 14.368 locales comerciales
Este distrito también encabeza la lista por densidad comercial, 2.163 negocios por km2