Un “indignado” Lula entrega su pasaporte y cancela el viaje a África
El abogado de Luiz Inácio Lula da Silva entregó ayer el pasaporte del expresidente brasileño en la sede de la Policía Federal de Sao Paulo. Un juez impide a Lula salir del país, como tenía previsto hacer ayer. Un nuevo golpe a la imagen del líder izquierdista y precandidato presidencial después de la ratificación de su condena por corrupción.
No obstante, la retirada del pasaporte no tiene nada que ver con dicha condena, sino que fue impuesta a última hora del jueves por un juzgado de Brasilia que investiga otra de las siete causas que tiene abiertas el exmandatario y que hace referencia a la compra de aviones militares a Suecia durante su gobierno (20032010).
La medida judicial truncó los planes internacionales de Lula, que tenía previsto viajar la madrugada de ayer a Etiopía para participar en un debate sobre la lucha contra el hambre organizado por la FAO en el marco de la cumbre de la Unión Africana.
Tras entregar el pasaporte, el abogado de Lula, Zanin Martins, anunció un recurso y calificó de inconstitucional y contraria a los tratados internacionales la decisión de prohibir a su cliente la salida de Brasil. “La decisión será apelada porque es incompatible con la Constitución Federal”, dijo Martins. “El expresidente Lula debe tener asegurado su pleno derecho a ir y venir, porque no hay ninguna situación que pueda justificar la decisión tomada”, agregó el letrado.
Martins explicó que Lula está tranquilo pero “indignado” con la medida y que el juez de Brasilia, Ricardo Leite, no tiene competencias después de que comunicaran el viaje del exmandatario al Tribunal Regional Federal (TRF) de Porto Alegre sin encontrar objeción. El TRF, un tribunal de segunda instancia, ratificó el miércoles por unanimidad de sus tres magistrados la condena por corrupción pasiva y lavado de dinero impuesta el año pasado a Lula por el juez del caso Petrobras, Sérgio Moro, aumentando la pena a 12 años y un mes de cárcel, en lugar de los 9 años y medio iniciales.
La justicia considera probado que el exsindicalista recibió como soborno de la constructora OAS un apartamento tríplex en la playa paulista de Guarujá, valorado en un millón de euros, a cambio de conseguirle contratos con la petrolera estatal. Sin embargo, Lula y sus abogados alegan que no existen pruebas incriminatorias y que la condena trata de evitar que se presente a las elecciones de octubre, en la que es el candidato favorito, con el 36% de la intención de voto.
El jueves, al día siguiente de la sentencia, la ejecutiva del Partido de los Trabajadores (PT) cerró filas en torno a su líder y lo oficializó como su candidato presidencial, a pesar de que podría ser inhabilitado por el Tribunal Superior Electoral una vez que Lula inscriba su candidatura antes de 15 de agosto, cuando finaliza el plazo.
Pese a la condena por corrupción, el expresidente parte como favorito en las elecciones de octubre