Un incendio devasta un hospital de Corea del Sur y cuestiona al Gobierno
La tragedia se adueñó ayer de la ciudad surcoreana de Miryang, a 280 km al sur de Seúl. Un incendio devastó un hospital y causó 37 muertos y 131 heridos, 18 en estado crítico. Es el fuego más mortífero de los últimos 10 años. Anoche se desconocía el origen, pero las primeras indagaciones apuntaban a un cortocircuito.
Las alarmas antiincendios del hospital Sejong de Miryang, inaugurado en el 2008, se dispararon a las 7:30 de la mañana. No está claro si las llamas salían de la sala de urgencias o del vestuario de las enfermeras al lado, pero fueron las primeras instalaciones en que prendió el fuego. Fue un incendio voraz que los bomberos tardaron tres horas en controlar.
Fue el tiempo suficiente para que la primera planta ardiera por completo y enviara gases tóxicos a las restantes cinco plantas del complejo hospitalario, que incluye un geriátrico y que suma un total de 193 camas.
“La mayoría de las víctimas eran pacientes en estado crítico que no podían valerse por sí mismos para escapar”, explicó el jefe de bomberos. La mitad eran ancianos de más de 80 años y fallecieron por asfixia. Según las autoridades, cuando se declaró el incendio había en el recinto alrededor de 200 personas.
Es el peor incendio desde el que tuvo lugar en un almacén de la ciudad dormitorio de Incheon, al sudeste de Seúl, en el 2008, donde murieron 40 trabajadores.
La magnitud de este incendio y el alto número de víctimas cuestiona, una vez más, los sistemas de seguridad y la calidad de las infraestructuras, algunas construidas con unas prisas que luego resultan ser fatales. El incendio del hospital Sejong es el segundo importante que tiene lugar en un mes. En diciembre, un centro deportivo de ocho plantas de la ciudad de Jecheon fue pasto de las llamas y murieron 29 personas, debido a fallos en el sistema de seguridad, ya que las salidas de emergencia estaban bloqueadas.
Ayer, el director del hospital de Miryang, Son Gyeong Cheol, reconoció que el edificio no disponía de un sistema automático de extinción de incendios, que habría sofocado las llamas. Las normas de seguridad vigentes no lo exigen para un centro de sus dimensiones. Son precisó, no obstante, que el hospital cumplía todas las normativas de seguridad y quería instalar el sistema de extinción automática para anticiparse a la nueva normativa que entrará en vigor el junio.
El incendio cuestiona, asimismo, al Gobierno. “Prometimos que este tipo de incidentes no se repetirían y ahora me siento avergonzado al tener que volver a decir lo mismo”, dijo el primer ministro, Lee Nak Yon, en alusión a las declaraciones que hizo tras el grave incendio de Jecheon.