El TC recibe el recurso del Ejecutivo en un clima de gran debate interno
En la propia institución no se descarta la ruptura de la unanimidad en este caso
El Tribunal Constitucional (TC) va a celebrar hoy un pleno extraordinario para tomar una primera decisión sobre el recurso presentado ayer por el Gobierno contra la presentación de la candidatura de Carles Puigdemont en el debate de investidura del Parlament, el próximo martes. El clima en el TC es de gran agitación y debate, por lo insólito de la situación y por la trascendencia de la decisión que debe adoptar. El ponente será el magistrado Juan Antonio Xiol.
El pleno tiene que decidir si admite o no a trámite el recurso del Gobierno. En otras circunstancias, apenas se emplearían unos minutos para comprobar si se cumplen los requisitos formales de una iniciativa de este tipo, y se tomaría una decisión. Pero en esta ocasión las consecuencias de lo que se resuelva son muchas y muy relevantes. Para las partes –Gobierno, Parlament y JxCat, en sustancia–, pero también para la autoridad y el prestigio del TC. La que se dicte no será una prose videncia cualquiera. Habrá que explicarla muy bien. Sobre todo porque la admisión a trámite implica la suspensión automática de la materia recurrida, en este caso la presentación de Puigdemont para ser investido president de la Generalitat.
Dicha suspensión supondría que la candidatura de Puigdemont ya no podría ser tenida en cuenta ni votada el próximo martes. Y todo ello con independencia de otras derivadas de su presentación, como si el candidato logra acudir a la sesión o intenta intervenir por vía telemática o representado por un tercero.
En el TC, como antes en el Consejo de Estado, existe la convicción de que el recurso del Gobierno busca precisamente ese efecto suspensivo inmediato. Es decir, que ese es el objetivo de la impugnación, que no produzca una votación de investidura sobre Puigdemont. Y ello porque aunque luego se anulara y se dejara sin efecto dicha votación, el choque institucional entre TC y Parlament se sumaría al que habría habido antes entre las fuerzas políticas de la propia Cámara catalana. Obviamente, el TC puede anular actos parlamentarios –anula leyes de las Cortes Generales, por ejemplo–, pero tumbar la elección de un president tiene otras connotaciones, incluso en la esfera internacional.
El criterio dominante anoche, en todo caso, es que habría que admitir el recurso a trámite y suspender la propuesta de Puigdemont como candidato. Y ello a pesar de que los argumentos del Consejo de Estado han hecho mella en el Constitucional. Los primeros que saben que no se suelen aceptar recursos preventivos –punto esencial del informe del citado Consejo– son los magistrados del TC, que no querrían contradecirse con su decisión de hoy. Pero al propio tiempo la opinión mayoritaria es que carece de sentido que la institución que debe velar por la vigencia de la Constitución facilite por vía indirecta la posible investidura de un candidato que ha llevado a gala su reiterada desobediencia al propio TC, y que encabezó un proceso cuyo objetivo era la independencia de Catalunya, llegando a proclamarla.
La mayor duda, por tanto, es si habrá unanimidad en la decisión del TC. Normalmente, no se hacen votos particulares para expresar discrepancia con respecto a una providencia. Pero esta es especial, muy especial. El presidente del TC, en todo caso, se volcará en intentar que se mantenga la unanimidad, consciente de que ello da mayor solidez al acuerdo que se adopte, y proporciona imagen de cohesión a la institución. Pero esta vez ha causado contrariedad la propia convocatoria del pleno de hoy. Algunos magistrados no estaban ayer en Madrid. El propio presidente se encontraba en Estrasburgo. Pero decidió convocar de urgencia, cuando muchos piensan que se hubiera podido esperar hasta el lunes, sobre todo para no dar la impresión de que se corre para satisfacer al Gobierno.
El TC, por otra parte, ha tomado muy en serio el escrito presentado ayer por el letrado Jaume Alonso-Cuevillas, en representación de los diputados de JxCat, para personarse en el recurso, para ser oídos. Es sumamente improbable que lo logren antes de que el TC decida sobre la admisión del recurso. Pero su escrito no caerá en saco roto.
LAS CIRCUNSTANCIAS
El informe del Consejo de Estado ha hecho mella entre los magistrados del TC
LOS ANTECEDENTES
La desobediencia reiterada del líder de JxCat al tribunal pesa mucho en su contra
EL PONENTE
La resolución será redactada y propuesta por el magistrado Juan Antonio Xiol