La profesora que retó a Puigdemont
LA EXPERTA DANESA EN POLÍTICA EUROPEA PROTAGONIZÓ EL LUNES UN DURO DEBATE CON EL EXPRESIDENT DE LA GENERALITAT EN COPENHAGUE
Es hija de un reconocido teólogo, tiene 54 años y cursó estudios en Estados Unidos e Italia
De ser una completa desconocida, la danesa Marlene Wind ha irrumpido con fuerza en la actualidad española. Las incisivas e inesperadas preguntas que este lunes dirigió a Carles Puigdemont en la Universidad de Copenhague no han dejado a nadie indiferente.
Convertida en heroína por el lado unionista, el independentista la acusa de falta de conocimiento de la realidad catalana y algunos han intentado desacreditarla por unas declaraciones que hizo en tono de broma y off the record a un periodista de Vilaweb sobre los territorios autónomos daneses de Groenlandia y las Islas Feroe.
Lo que nadie puede negar es que Wind es una de las expertas en política europea más acreditadas de Dinamarca. Además de dirigir el Centro de Políticas Europeas de la prestigiosa Universidad de Copenhague, es columnista habitual de Politiken, uno de los diarios de referencia del país. La llaman de todos los medios de comunicación y es una asidua comentarista en debates televisivos.
Apoyada por su trabajo de investigación, es apreciada por sus amplios conocimientos y capacidad de análisis. Aunque, a los medios y, especialmente, a las televisiones, también suele gustarles su gran habilidad dialéctica y actitud para aportar no sólo contenido sino también drama al debate. Su mirada inquisidora y porte atrevido la convierten en una contertulia eficaz ante las cámaras.
Lo cierto es que, para los daneses, el tono mordaz que utilizó con Puigdemont no es ninguna novedad. Quien se enfrenta a un cara a cara con Wind debe estar preparado para su aguda perspicacia y ganas de provocar. Y aunque, en otros países, pueda parecer algo incompatible con su perfil académico, en el país nórdico es algo habitual.
Quien escribe estas líneas la conoció a finales de 2011 en Copenhague en un encuentro con la prensa extranjera y la ha entrevistado en varias ocasiones sobre asuntos relacionados con el peculiar encaje de Dinamarca en la UE.
No es un tema trivial. El país escandinavo es uno de los más autónomos dentro de la Unión. Entró en el club en 1973. Sin embargo, un porcentaje relativamente alto de la población se declara euroescéptica. En el 2000 rechazó adoptar el euro y también mantiene excepciones al Tratado de Maastricht en materia de Defensa, Justicia e Interior.
Tras la crisis económica y el Brexit, el debate sobre Europa ha subido de tono. Y en él, la voz de Wind se alza como clara defensora de la línea más europeísta. Una apuesta con la que también se ha ganado enemigos.
En las antípodas de sus ideas se sitúa el Partido del Pueblo Danés, a menudo calificado populista por su beligerancia contra Europa y su rechazo a la inmigración. Con los años, esta formación ha ido ganando terreno y, aunque nunca ha llegado a gobernar, ejerce una gran influencia sobre los demás partidos, especialmente el centroderecha, desde el Parlamento.
En el 2011, por ejemplo, logró un polémico acuerdo de gobierno para reinstaurar controles fronterizos con el ánimo de frenar la inmigración ilegal. Wind arremetió duramente contra ellos utilizando un tono que algunos consideraron ofensivo.
Tras lo ocurrido, la académica decidió hacerse a un lado y, durante algún tiempo evitó volver a participar en debates parecidos.
Hija de un reconocido teólogo, Wind nació hace 54 años en Skive, una pequeña ciudad del noroeste de Dinamarca. Tras licenciarse en Ciencias Políticas en Dinamarca, cursó estudios en Estados Unidos y también en Italia, en el Instituto Universitario Europeo de Florencia, donde se doctoró.
Preguntada por este diario, admite que no se esperaba el gran revuelo que ha generado su intervención. Se dice satisfecha, sobre todo, por haber logrado “retar” a Puigdemont: “Es lo que una universidad siempre tiene que hacer”.