Un tachón en el expediente de Bilbao
La galardonada como mejor ciudad europea debate perpleja por qué en un mes se han sucedido dos asesinatos por parte de menores
Un jueves por la mañana: ¿qué hacían por la calle dos chicos de 14 años? ¿No deberían estar en el instituto? ¿Dónde estaban los servicios sociales?”. Un vecino del barrio de Otxarkoaga lanza las preguntas que sacuden estos días los cimientos de Bilbao. Apenas dos meses después de ser galardonada como la mejor ciudad europea, los tres homicidios y una violación cometidos por menores desde navidades han conmocionado a la capital vizcaína. La euforia por el premio ha quedado sepultada por las dudas sobre la seguridad y la construcción social de la villa.
“Es la gota que colma el vaso”, insistía un hombre de mediana edad a la entrada de la parroquia de Otxarkoaga este martes, minutos antes del funeral de la pareja de ancianos asesinada a golpes y cuchilladas en su propio piso. El crimen no sólo ha impactado por su brutalidad sino también por la edad y situación de sus autores. Dos chicos de 14 años son los presuntos responsables directos, mientras que un tercero, de 16, colaboró con ellos señalando a la pareja como objetivo y vigilando sus movimientos. Los dos primeros, con antecedentes por robos con intimidación, habían estado bajo tutela de la diputación de Bizkaia en distintos centros de régimen abierto, de los que se habían fugado en repetidas ocasiones. Sobre uno de ellos, a su vez, pesaba una orden de búsqueda y captura desde hace dos meses después de propinar un puñetazo a un profesor que trató de impedir que robara el móvil a otro joven en el patio del colegio.
Los días previos al crimen los chicos ya habían sido identificados cerca del mercado del barrio después de que la policía fuera alertada de que estaban vigilando a personas mayores que acudían a comprar con el objetivo de robarles. También fueron multados por posesión de marihuana y hachís. Desde lo policial hasta lo social, Bilbao asume ahora el fracaso de un modelo de integración de menores que ha quedado en tela de juicio después del doble homicidio de Otxarkoaga, la muerte de un exfutbolista en el transcurso de un atraco en pleno centro de la ciudad, una brutal paliza en el metro y la violación de una joven entre cuatro varones en un trastero. Todo ello en un mes. “Se requiere de una intervención en el ámbito social, educativo y familiar, la policía por sí misma no va a acabar con este problema”, destacaba esta semana el fiscal de menores del Tribunal Supremo, Javier Huete, quien percibe un aumento “generalizado” de la intensidad de la violencia “gratuita” en los delitos cometidos por menores.
El nivel educativo “deficitario” y los entornos sociales y familiares complejos son características comunes de estos delincuentes. Uno de los implicados en el asesinato de los octogenarios, por ejemplo, cuenta con todos sus familiares directos en prisión.
Para frenar el clima de inseguridad, el ayuntamiento ha propuesto un plan transversal con 25 iniciativas, entre las que se incluye una mayor presencia policial en las calles. El alcalde, Juan Maria Aburto, ha anunciado también la contratación de 80 nuevos agentes. Para Podemos y EH Bildu, el problema de Bilbao no sólo es de seguridad sino de desigualdad. “Se han creado barrios de primera y de segunda, la ciudad del éxito y las ferias de turismo se desarrolla de forma asimétrica”, denuncia la izquierda abertzale.
La tasa de criminalidad de Bilbao –41 delitos por cada 1.000 habitantes– es similar a las de otras ciudades de tamaño semejante aunque la oposición critica que duplica a Vitoria y San Sebastián. El concejal de seguridad, Tomás del Hierro, desecha sin embargo estas comparaciones aludiendo al área conurbana de la capital vizcaína y su capacidad de atracción.
“Contamos con 350.000 vecinos empadronados pero atraemos hasta a 900.000 personas habitualmente”, insistió en el pleno municipal del jueves. Para la policía local, los datos de Interior no son reales ya que un buen número de denuncias no pasan a las autoridades judiciales al no tener un autor identificado.
Por su parte, los cinco menores acusados de los homicidios de la pareja de 87 años y del exfutbolista Ibon Urrengoatxea permanecen en el centro de régimen cerrado de Zumárraga.
El alcalde anuncia un plan para mejorar la seguridad en la calle pero la oposición le reprocha la desigualdad