La Vanguardia

LOS GOYA MÁS FEMINISTAS

ISABEL COIXET Y SU ‘LA LIBRERÍA’, MEJOR DIRECCIÓN Y PELÍCULA

- FERNANDO GARCÍA

Isabel Coixet ganó ayer los Goya a la mejor película y a la mejor dirección son La librería, mientras que la barcelones­a Carla Simón se hizo con el galardón a la mejor dirección novel y el filme vasco Handia, de los guipuzcoan­os Aitor Arregi y Jon Garaño, recibió 10 estatuilla­s.

La gala tuvo como tema especial la defensa de los derechos de las mujeres, con adhesión a las protestas contra los abusos que el caso Weinstein desató hace meses en Hollywood. Mil ochociento­s abanicos rojos con el lema #Másmujeres, repartidos por la Asociación de Mujeres Cineastas (Cima), sirvieron para reclamar una mayor presencia femenina en la industria cinematogr­áfica. Como señalaron las dirigentes de la Cima, el índice de candidatas a estos Goya sobre el total de aspirantes fue del 27%: un porcentaje similar al de mujeres en cargos decisorios en el sector, del 26%.

Los humoristas Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla enseguida aludieron a la cuestión. Pero antes, en la alfombra roja, Penélope Cruz dio una de cal y otra de arena. Después de lamentar hasta qué punto “el machismo está a la orden del día” y de recalcar la necesidad de que se hable de ello, como se ha hecho con los hilos #Time’sUp y #MeToo, la intérprete cortó en seco cuando se le preguntó por Woody Allen, objeto de acusacione­s de abusos: “No voy a hablar de ese tema aquí”, zanjó.

El primer premio relevante que en la noche, el de dirección novel, no fue una sorpresa. Carla Simón ya ganó el galardón a la mejor ópera en la Berlinale; luego vendrían la elección de su emotiva autobiogra­fía como representa­nte de España para los Oscars –aunque no pasó el corte– y como mejor película en los Gaudí y los Feroz, entre otras muchas distincion­es. El drama cuenta el proceso de adaptación de la propia Carla a su nueva familia –sus tíos como padres adoptivos y su prima como nueva hermana– tras quedarse huérfana a la muerte de su madre por sida. En su intervenci­ón en la ceremonia, Simón rechazó que todavía se estigmatic­e a los pacientes de VIH: “No pasa nada por vivir con el virus”, afirmó.

Pronto, Bruna Cusí ganó el Goya a la actriz revelación por su papel en la propia Estiu, y David Verdaguer, su pareja en el filme, el de actor de reparto: tres premios para Estiu.

Handia, el relato entre histórico y mítico del gigante de Antxo, conquistó 10 cabezones: fotografía, montaje, arte, vestuario, producción y actor revelación, maquillaje, efectos especiales,guión original y música original.

Los actores Nathalie Poza por No sé decir adiós y Javier Gutiérrez por El autor se hicieron con los Goya a los mejores intérprete­s protagonis­tas. Y Adelfa Calvo salió como mejor actriz de reparto por El autor.

Isabel Coixet, con La librería ,no sólo se llevó los dos premios más importante­s, a la mejor película y la mejor dirección, sino también el de mejor guión adaptado,

El Goya de Honor, el único sabido de antemano, lo recibió la veterana actriz Marisa Paredes con nervios y recuerdo a su “No a la guerra” de hace 15 años, que “repetiría hoy”.

En su discurso sobre la situación del cine español que los vicepresid­entes de la academia, Nora Navas y Mariano Barroso –la presidenta Yvonne Blake no pudo asistir por razones de salud– defendiero­n el cine como contrapunt­o al “lenguaje del desencuent­ro de nuestro reprellegó

sentantes políticos”. Y volvieron a clamar por la anunciada bajada del IVA, pendiente de la aprobación de los presupuest­os del 2018.

Los de anoche fueron los Goya por la igualdad entre sexos, pero también los de la pluralidad lingüístic­a. Entre las películas más reconocida­s hay una rodada en catalán, Estiu 1993, otra en euskera, Handia ,y una tercera en inglés, La librería . De esta última, Joaquín Reyes puso a Emily Mortimer a hablar en euskera en una de las bromas de la noche.

Los Goya celebran un año de mantenimie­nto del estado de salud del cine español, sin alharacas pero con cierto alivio. El 2016, las películas hechas en casa recaudaron un total de 102 millones de euros, siete menos que el año anterior pero por encima de la simbólica barrera de los cien millones. Los filmes atrajeron a 17,3 millones de espectador­es, millón y medio menos que el año anterior. También la cuota de pantalla de la producción doméstica descendió, del 18,1% del 2016 al 17,3%. Pero todas las fuentes de la industria coinciden en aducir dos atenuantes del el ligero retroceso en las cifras del 2017: de un lado, la incertidum­bre económica que resintió el consumo al hilo del procés y el referéndum, especialme­nte en la importante plaza de la propia Catalunya, justo en los meses de mayor afluencia a las salas de cine; de otro lado, la ausencia de un bombazo cinematogr­áfico de las dimensione­s de Un monstruo viene a verme, la película de Juan Antonio Bayona que en el 2016 vendió 4,5 millones de entradas y recaudó más de 26 millones de euros entre su estreno, 7 de octubre, y el 31 de diciembre.

En la edición de este año, los Goya se divorcian de la taquilla. Justo al contrario que en la anterior, donde el monstruo cinematogr­áfico de Bayona arrasó en los premios, al sumar nueve estatuilla­s. Esta vez, sin embargo, la líder absoluta en ingresos y espectador­es que es Perfectos

desconocid­os, de Álex de la Iglesia, llegó a la ceremonia de ayer sin una sola candidatur­a. Y eso que su recaudació­n (de casi 19 millones en los dos meses que lleva en cartel) duplica, y más, la que suman las cinco candidatas a mejor película: algo más de 8,2 millones de euros en total. El hecho provoca asombro de propios y extraños. Belén Rueda, una de las actrices protagonis­tas del filme de Álex de la Iglesia, declaró a

La Vanguardia que su marginació­n de los Goya le resulta incomprens­ible e “injusta”. En medios del sector se alegó que la exitosa comedia se había visto perjudicad­a por su tardío estreno, diez días antes de que expirase el plazo para que más de mil miembros de la Academia con derecho a voto designaran las nominacion­es. Pero la excusa no vale. Máxime cuando a Penélope Cruz y Bardem sí los nominaron pese a que su película, Loving Pablo, no se estrena hasta marzo próximo.

UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA

Penélope Cruz dice que hay que denunciar abusos, pero rehúsa hablar de Woody Allen

VEHÍCULO DE CONCORDIA

La academia defiende el cine frente al lenguaje “del desencuent­ro” de los políticos españoles

SITUACIÓN ACEPTABLE

El sector celebra que la recaudació­n se mantenga por encima de los 100 millones

 ??  ?? La madrileña Nathalie Poza salió al filo de la 1:00 de la madrugada, abanico en mano, a recoger su Goya a mejor actriz por su papel en el No sé decir adiós
La madrileña Nathalie Poza salió al filo de la 1:00 de la madrugada, abanico en mano, a recoger su Goya a mejor actriz por su papel en el No sé decir adiós
 ?? SUSANA VERA / REUTERS ??
SUSANA VERA / REUTERS
 ?? PAUL WHITE / AP ?? Eneko Sagardoy (Durango, 1994) recoge su Goya a mejor actor revelación por el Gigante de Altzo en Handia
PAUL WHITE / AP Eneko Sagardoy (Durango, 1994) recoge su Goya a mejor actor revelación por el Gigante de Altzo en Handia
 ?? CARLOS ÁLVAREZ / GETTY ?? Maribel Verdú y Penélope Cruz posan juntas durante la gala
CARLOS ÁLVAREZ / GETTY Maribel Verdú y Penélope Cruz posan juntas durante la gala
 ?? GABRIEL BOUYS / AFP ??
GABRIEL BOUYS / AFP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain