Hallados una veintena de cadáveres de inmigrantes en aguas de Melilla
Patrulleras de España y Marruecos buscan más cuerpos en la zona del drama
El ferry Sorolla, que hace el trayecto entre Melilla y Almería, dio la voz de alerta hacia las 15.30 horas del sábado, media hora después de haber abandonado el puerto de la ciudad autónoma. A escasas cuatro millas de la ciudad, la tripulación del buque había avistado varios cuerpos flotando en el mar. Una nueva tragedia en el Estrecho se cobraba la vida de al menos una veintena de inmigrantes, todos de origen subsahariano.
El comandante del Sorolla dio aviso a Salvamento Marítimo y se activó un protocolo de actuación en el que tomó parte activa el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, así como varias patrulleras de la Gendarmería marroquí. Debido a la existencia de corrientes y al mal estado de la mar, españoles y marroquíes decidieron rastrear la zona de forma más amplia, labor que se extendió hasta entrada la noche.
La veintena de cuerpos recuperados del mar se hallaron en aguas territoriales marroquíes, por lo que las patrulleras de este país fueron las encargadas de trasladarlos a tierra. La Guardia Civil, en su trayecto de regreso a España, encontró otro cadáver, que ha sido llevado a Melilla.
Los inmigrantes, todos de origen subsahariano, podrían haber naufragado en su intento de llegar a costas españolas en patera durante los últimos días. España y Marruecos buscaban ayer domingo más cadáveres en la zona donde el ferry avistó los cuerpos sin vida a unas cuatro millas de Melilla, frente al cabo Tres Forcas (Marruecos).
Una portavoz de la Delegación del Gobierno en Melilla confirmó la tragedia, aunque señaló que se ignora en qué día concreto se produjo. Toda la zona lleva una semana en alerta amarilla por temporal de viento y condiciones meteorológicas muy adversas en el mar. La cooperante española Helena Maleno, de la organización Caminando Fronteras, informa en su Twitter que la patera volcada llevaba al menos 47 personas a bordo y no se tiene constancia de que haya supervivientes.
El pasado 15 de enero siete inmigrantes africanos murieron ahogados cuando intentaban llegar a la isla canaria de Lanzarote en una precaria embarcación de la que sí pudieron ser rescatadas otras veinte personas. En el Estrecho, las últimas muertes de que se tiene constancia se produjeron en la tercera semana de enero. Dos personas fueron rescatadas sin vida de una patera que fue auxiliada cerca de las costas almerienses.
La magnitud del drama se hace visible por los datos. La Organización Internacional para las Migraciones contabilizó el año pasado 23 muertes (128 en el año 2016) en las travesías de quienes intentan llegar a España por vía marítima. Un total de 17.614 inmigrantes a bordo de 803 pateras llegaron a las costas andaluzas en el 2017, lo que supone un aumento con respecto al 2016 del 185,2% en personas y del 94,5% en pateras, puesto que el pasado año fueron 6.175 las personas rescatadas en 423 embarcaciones.
La situación ha ido a más en el primer mes de este año. Según datos provisionales, un total de 1.465 personas fueron rescatadas de las aguas el pasado mes de enero mientras trataban de alcanzar las costas de Andalucía a bordo de 50 pateras. Estos datos suponen un aumento del 78,4% en lo que se refiere a personas y del 47% en pateras con respecto al mes de enero del pasado 2017, según datos provisionales de la Delegación del Gobierno en Andalucía. Durante la tercera semana del mes pasado fueron rescatadas 348 personas que pretendían llegar a la costa en patera.
La última tragedia en el mar se conoce pocos días antes de que se conmemore el cuarto aniversario de los sucesos ocurridos en la frontera ceutí del Tarajal cuando quince inmigrantes subsaharianos murieron al intentar alcanzar la costa
Un total de 1.465 personas fueron rescatadas en enero cuando trataban de alcanzar la costa andaluza
española mientras la Guardia Civil lanzaba pelotas de goma y botes de humo.
Cientos de personas se reunieron el sábado en una manifestación que recorrió algunas calles del centro de la ciudad autónoma para rechazar las políticas migratorias europeas que operan “al margen de los tratados internacionales”, así como para denunciar las devoluciones en caliente de personas migrantes a Marruecos. La marcha estaba respaldada por más de treinta oenegés de distintos puntos de España y de la Unión Europea.