El temporal de nieve cierra escuelas y corta carreteras
El Pirineo registra el temporal de nieve más importante de la temporada y uno de las más abundantes en los últimos quince años
“Pasamos miedo. Era peligroso. Había mucha nieve”, comenta Anna, una joven estudiante. “Las carreteras resbalaban mucho. Estaba oscuro”, agrega Pepijn, su compañero de clase. Son dos de los sesenta alumnos de la universidad belga que mientras viajaban en autocar quedaron atrapados en la carretera de Toses (Ripollès) y fueron trasladados a un hotel cercano, donde han pasado estas dos últimas noches a causa del intenso temporal de nieve que afectó sobre todo las comarcas de la Cerdanya, el Ripollès, el Berguedà, el Alt Urgell, el Pallars Sobirà y la Alta Ribagorça.
Esta nevada, una de las más abundantes del Pirineo catalán en los últimos quince años, sorprendió a numerosos conductores y ocasionó múltiples incidencias, principalmente problemas de movilidad. Hasta siete carreteras quedaron cortadas, en otras hubo restricciones al paso de camiones y en 46 se requirieron cadenas; además un total de 3.028 alumnos se quedaron sin clase (la nieve obligó a suspender el transporte escolar en las cotas más altas). También hubo cortes en el subministro eléctrico con miles de vecinos afectados en la Cerdanya y municipios como La Pobla de Lillet, Saldes y Borredà, y la comunicación ferroviaria estuvo interrumpida entre Ripoll y Puigcerdà. Es parte del balance de un temporal que ya en su inicio –el domingo pasado y en plena operación retorno– sembró el caos en el túnel del Cadí, que en su salida, en Bagà, eran necesarias las cadenas. Algunas familias, como una pareja de Pineda de Mar, tuvieron que pasar la noche del domingo en el vehículo al no llevarlas. Fueron centenares los conductores que quedaron atrapados con retenciones kilométricas y se acabaron levantando barreras. Ayer todavía se requería el uso de cadenas entre Bagà y Puigcerdà.
La capa de nieve acumulada superó en algunos puntos el medio metro de grosor. Destacan los 60 centímetros en Das o Puigcerdà, los 50 de Espot o los 40 de Esterri d’Àneu. Puntualmente se alcanzó el metro, como en la estación de esquí de La Molina, que ayer acumulaban 3,60 metros de nieve polvo. Precisamente, 17 alumnos de un instituto de l’Hospitalet de Llobregat, y varios usuarios, que se dirigían en tren a La Molina a esquiar, tuvieron que detenerse en la estación de Ripoll por la interrupción de la línea entre esta población y Puigcerdà a causa de una bajada de tensión y árboles caídos en las vías. Y es que en la Cerdanya la nevada fue excepcional, con acumulaciones históricas, desde 1996 que no se recuerda algo similar. Ni en cantidad ni en extensión. “Tenemos todas las máquinas quitanieves trabajando en la comarca. Más de una veintena”, expuso el presidente del consejo comarcal, Ramon Moliner.
Otros afectados por el temporal fueron 40 menores, de entre 4 y 16 años, y 13 monitores que quedaron aislados en una casa de colonias en Saldes (Berguedà), donde pernoctaron estas dos últimas noches. Salieron el domingo en autocar, pero a causa del estado de la carretera volvieron a pie hacia la casa de colonias. El vehículo quedó sepultado bajo la nieve.
Una situación similar a la que se vivió en el túnel del Cadí (C-16) ocurrió también en un tramo del Eix Transversal (C-25), que estuvo cortada desde las 00.42 horas del domingo hasta las 7.03 horas de ayer entre Gurb y Arbúcies por nieve y hielo, según informó el Servei Català de Trànsit. A la altura de Espinelves, además, dos camiones hicieron el efecto tijera en sentido norte la noche del domingo y quedaron en medio de la vía.
Las precipitaciones de nieve por encima los 900 metros superaron ayer las 24 horas casi ininterrumpidas. El episodio de nieve y lluvia seguirá hoy y está previsto que las nevadas se intensifiquen en el Alt Pirineu, con lo cual se mantienen activos los avisos por intensidad y acumulación de lluvia y nieve.