Suspendida la condena al heredero de Samsung
El vicepresidente y heredero del todopoderoso grupo surcoreano Samsung, Lee Jae Yong, recuperó ayer la libertad tras pasar prácticamente un año en la cárcel. El Tribunal Superior de Seúl rebajó de cinco a dos años y medio su condena por corrupción y le concedió la libertad condicional tras exculparle de varios cargos que le implicaban directamente en el mayor escándalo de corrupción que ha vivido Corea del Sur y que le costó el cargo a la presidenta del país, Park Geun Hye, también procesada por este caso.
Lee, de 50 años, salió de la cárcel después de que los jueces revocaran el fallo de un tribunal inferior, que consideró al magnate surcoreano culpable, entre otros cargos, de haber sobornado con 8.800 millones de wones (6,5 millones de euros) a la presidenta Park y a su amiga íntima Choi Sun Sil, a cambio de recibir el apoyo del Gobierno a la fusión de dos filiales de Samsung. Una operación considerada estratégica para fortalecer su liderazgo al frente de su imperio industrial, que representa el 20% de la economía de Corea del Sur.
El líder de Samsung, desde que su padre Lee Kun Hee quedase incapacitado tras sufrir un infarto en el 2014, siempre negó esta acusación y ahora los magistrados le han dado la razón. Han considerado que Lee “se vio forzado” a realizar tales donaciones, pero “no existe prueba alguna” que demuestre que hubiera pedido favores a cambio, según Yonhap.
La sentencia subraya, en cambio, que Park y Choi “deben ser consideradas como las principales protagonistas de este escándalo”. Una afirmación que seguramente influirá en los juicios que deberán afrontar y que están directamente relacionados con el caso de corrupción que provocó el derrocamiento de Park en marzo del 2017. Un escándalo que estalló al revelarse que Choi se había servido de la amistad de Park para presionar a 53 grandes empresas surcoreanas para que donaran 77.400 millones de wones (unos 60 millones de euros) a dos fundaciones que estaban bajo su control.