Melania Trump protagoniza un nuevo desplante público a su marido
La primera dama de EE.UU. escenifica de nuevo su alejamiento del presidente
Barcelona Donald Trump ha vuelto a vivir otro momento incómodo a costa de lo que algunos observadores de los entresijos de la pareja presidencial de Estados Unidos califican como un nuevo desplante en público de Melania Trump. El incidente ocurrió en el aeropuerto de Palm Beach (Florida), después de que el Air Force One aterrizara el pasado viernes, 2 de febrero. Según el protocolo, la pareja presidencial, tras bajar por la escalerilla, debe detenerse en la pista de aterrizaje para que la prensa pueda tomarles fotos. Sin embargo, los reporteros gráficos se quedaron compuestos y sin primera dama.
Del avión descendieron Trump y el hijo de la pareja, Barron, de 11 años, detrás iba Melania, quien, lejos de posar con su esposo, se dirigió directamente al coche que les esperaba en la pista detrás de su hijo. La esposa de Trump se mantuvo alejada del presidente y no le dio la mano en ningún momento, por lo que el mandatario tuvo que saludar a los fotógrafos en solitario.
La pareja se había desplazado a su residencia de Mar-a-Lago para pasar el fin de semana y asistir a una fiesta con motivo de la Super Bowl en el Trump International Golf Club, el primer acto al que asistían juntos desde el discurso sobre el estado de la Unión en el Capitolio el pasado 30 de enero, donde la primera dama llegó, de nuevo rompiendo la tradición, antes que su marido, aunque los dos se fueron juntos.
Tras la posible afrenta del aeropuerto, sí que posaron juntos, el domingo, antes de la Super Bowl en el club de golf, de nuevo sin darse la mano, aunque Melania sonrió, tal vez por el recibimiento de la banda de la Universidad de Florida y un grupo de cheerleaders.
La primera dama adecuó su estilismo al carácter deportivo de la velada vistiendo una cazadora bomber de satén con los colores de la bandera de EE.UU. (y de los New England Patriots, que perdieron frente a los Philadelphia Eagles) que cuesta más de 1.680 €, un diseño confeccionado en satén de seda por Mike Amiri en el 2013 que recupera la estética grunge de Los Ángeles de las décadas de los ochenta y noventa. Lejos de calzarse unas zapatillas deportivas, Melania se calzó unos Christian Louboutin de 10 centímetros de tacón en piel de pitón cobalto que valen 650 € y que están agotados.
Los mentideros de Washington escrutan hasta el más mínimo detalle del matrimonio Trump, que en lo que llevamos de año ha sufrido varios golpes: la noticia sobre la presunta aventura de Donald Trump con la actriz porno Stephanie Clifford en el 2006 (a la que pagó para que no lo divulgara), la supuesta infidelidad actual con su directora de Comunicación, Hope Hicks, y una supuesta relación con su embajadora ante la ONU, Nikki Haley, quien lo ha negado en rotundo.
Melania Trump reacciona en silencio pero con gestos simbólicos: celebrando su primer año en la presidencia con una foto junto a un guardia de honor pero sin su marido, no acompañando a Trump a actos oficiales... o, si lo hace, mostrándose distante hacia él (llegó a negarle la mano de forma notoria en un viaje a Israel). Guerra fría... de gestos en la Casa Blanca.
La esposa de Donald Trump rompe el protocolo y no posa junto a él a su llegada a Palm Beach