Los alcaldes exigen a Fomento el desvío de camiones de la N-340
El Gobierno dice que cumplirá con lo pactado con la Generalitat, pero no concreta la fecha
Bajo la lluvia, intensa, frente al Ayuntamiento de l’Arboç (Baix Penedès) y detrás de una pancarta unitaria con la frase “Prou morts! Prou cues! Solucions ja!”, guardaron ayer tres minutos de silencio los alcaldes y varios centenares de vecinos de los municipios que siguen sufriendo a diario la siniestralidad de la N-340 a su paso por Tarragona. Un minuto por cada una de las tres nuevas víctimas mortales del accidente del domingo en Coma-ruga, en El Vendrell. El dolor y la indignación dejaron paso a la movilización y la actuación política. Los alcaldes firmaron ayer mismo la carta que entregarán hoy a Íñigo de la Serna, ministro de Fomento, en mano, exigiendo el desvío definitivamente de los camiones.
“Pasan los meses y la no ejecución de la solución pactada, que parece atascada en algún despacho, está ocasionando más muertes”, protestan los alcaldes en su carta a Íñigo de la Serna. “Es una pena, si se hubiera aplicado el acuerdo anunciado, se habrían evitado las tres muertes”, dijo Joan Sans, alcalde de l’Arboç, entre lágrimas y con la voz entrecortada.
Al mismo tiempo que los alcaldes se reunían en l’Arboç, a pocos kilómetros, en Tarragona, Enric Millo, el delegado del Gobierno en Catalunya, tenía que salir al paso de las duras críticas por el retraso ya de más de un mes del compromiso del Ministerio de Fomento. Millo, que acudió a Tarragona para inaugurar una exposición, aseguró a preguntas de los periodistas que el desvió y las medidas acordadas con la Generalitat en verano se harán efectivas “lo antes posible”, pero no concretó calendario. “Nos solidarizamos con las víctimas de este accidente y sus familias, son accidentes que lamentablemente se producen en las carreteras cada día”, añadió.
El Gobierno español está “ultimando los detalles de su aplicación”, justificó Millo, haciendo re- ferencia a la “complejidad técnica desde el punto de vista administrativo” para el desvío obligatorio y bonificado de los camiones. Además de la concesionaria de la autopista AP-7 (Abertis), donde será desviado el tráfico pesado, intervienen los ministerios de Fomento e Interior y la dirección general de Tráfico.
El convenio, pendiente de pasar aún por el Consejo de Ministros, dará la posibilidad a los camiones de desviarse de la N-340 antes de llegar a las Terres de l’Ebre, y hacerlo en la provincia de Castellón, donde se habilitará una nueva entrada, porque el acceso a la autopista desde la N-340 en el sud de Catalunya tiene problemas de capacidad de acceso.
Respecto a todo lo pactado ya con la Generalitat antes de la aplicación del 155, y consensuado con los alcaldes afectados, no se introducirá ninguna modificación. Los camiones se desviarán entre Peñíscola (Castellón) y l’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp) y entre Altafulla (Tarragonès) y Vilafranca (Alt Penedès). Millo negó que exista ninguna relación entre la demora y la situación política de Catalunya. “No se ha parado de trabajar. No tiene nada que ver con las medidas de 155, lamento que algunos hayan querido aprovechar para hacer una crítica política y mucho más cuando hay vidas humanas que se han perdido”, dijo.
Poco antes, Josep Rull, el exconseller de Territori, cargó ayer en El Món a RAC1 contra el Gobierno por el retraso. “Se podría haber desplegado el 1 de enero. La aplicación del 155 ha hecho que el Estado español lo alargue tanto como haga falta”, dijo.
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