Foment suspende a Cecot mientras Gay sea presidente
Una dividida junta directiva aprueba la medida y Abad estudia recurrir
La junta directiva de Foment del Treball aprobó ayer la “suspensión” como socio de la organización de Cecot, la patronal que preside Antoni Abad. Es una suspensión que estará vigente hasta que el presidente Joaquim Gay de Montellà finalice su mandato a finales de este año. Es una solución de compromiso que Gay impulsó a la vista de que la expulsión de Abad suscitaba mucha controversia, tal y como se puso de relieve en la larga y tensa reunión que mantuvo la junta.
Hubo muchas intervenciones por parte de los asistentes, incluido Antoni Abad, que acudió a la cita. Habló varias veces y, según fuentes conocedoras de la reunión, lo hizo sobre todo para defender la necesidad de mantener la unidad y se defendió de las acusaciones apelando a que siempre había sido leal a Foment. Solamente al final, y sin que muchos de los asistentes ni se dieran cuenta, entregó un papel a Gay de Montellà para comunicarle formalmente que, a su juicio, se han vulnerado los estatutos de la organización. Esto da a entender que no se conformará y que hay muchas posibilidades de que Cecot recurra en los tribunales la suspensión. “Se estudiarán acciones jurídicas”, confirmaron fuentes de Cecot, que dijeron sentirse sorprendidas por la medida después de las alegaciones presentadas. Además, indicaron que no se entiende bien qué quiere decir una “suspensión” hasta que finalice el mandato de Gay.
La suspensión de Cecot fue aprobada con 26 votos a favor, 12 en contra y 8 abstenciones. Se votó tras un debate, en el que participaron cerca de una veintena de los asistentes, y que transcurrió en un ambiente bastante confuso, según las mencionadas fuentes. Tan confuso que una buena parte del auditorio entendió que Cecot quedaba expulsada sin el matiz de que la medida sólo regiría en principio hasta la marcha de Gay de Montellà al final de su mandato. Gay lo justificó con el argumento de que no quiere condicionar en este asunto al futuro presidente, que es el que deberá decidir si reincorpora a Cecot.
La próxima asamblea de Foment tiene que ratificar el acuerdo. En un comunicado, la primera patronal catalana subrayó que “los motivos de la suspensión se refieren a cuestiones de ámbito territorial, de competencias geográficas y de invasión de las funciones de Foment”. Es decir, Foment ha tenido especial cuidado en no mezclar cuestiones políticas, que también han sido motivo de enfrentamiento entre Gay de Montellà y Abad. En particular, ha molestado el continuado posicionamiento de Abad en favor de las tesis soberanistas y su apoyo al “paro general de país” después del 1-O.
No obstante, en el duro informe elaborado por el secretario general, Joan Pujol, sobre la base del preparado por el instructor del expediente José Luis Salido, sí que se menciona el paro de país y la carta enviada por Abad al ministro de Economía, Luis de Guindos, contra el decreto que facilita el cambio de sedes de las empresas. El informe que enumera cronológicamente los incumplimientos en los que, a su juicio, ha incurrido Cecot desde el 2015 concluye que “se dan las circunstancias fácticas, legales y estatutarias para la pérdida de la condición de socio de Foment del Treball”.
El conflicto, lejos de solucionarse, está más vivo que nunca. Cecot sale de Foment, pero Antoni Abad continúa dentro porque, además de presidir la patronal vallesana, es vicepresidente de Fepime, la organimazión de pymes de Foment, En principio, nada la impediría optar a la presidencia de Foment a finales de año.
La “suspensión” de la patronal vallesana estará vigente al menos hasta finales de año