Arrecia el choque de JxCat y ERC por la investidura
Torrent irrita a sus socios por pedir a Estrasburgo que proteja a Puigdemont Los fieles al president reprochan a Esquerra sus dilaciones
LA CENSURA...
La lista de Puigdemont acusa al presidente del Parlament de actuar “unilateralmente”
...Y LA RESPUESTA
Los republicanos llaman a abandonar los reproches y los “trapos sucios” para avanzar
Lejos de reconducir la relación para intentar desencallar la investidura del presidente de la Generalitat, las diferentes estrategias que sobre la cuestión mantienen Junts per Catalunya (JxCat) y ERC están alimentando el choque entre las dos formaciones. Un choque que ayer tuvo al presidente del Parlament, Roger Torrent, en el centro de la polémica, pero cuya escalada es consecuencia de las aproximaciones cada vez más distantes con que unos y otros afrontan la nueva situación política de Catalunya desde el 21-D y de los tempos también divergentes con que aspiran a encontrarle una salida. El cruce de reproches en que derivó la jornada fue el mejor exponente de esta realidad.
Dos circunstancias enervaron los ánimos entre los principales socios del bloque independentista. Por un lado, una ya conocida el lunes: la decisión de Torrent de no tramitar en la reunión de la Mesa la reforma de la ley de la Presidència de la Generalitat i del Govern formulada por JxCat para incluir el supuesto de la investidura a distancia, en teoría por “motivos formales” por resultar “contradictorio” presentarla por la vía de urgencia extraordinaria y a la vez intentar tramitarla por lectura única. Por otro lado, una nueva de ayer: la voluntad del mismo presidente del Parlament de impulsar una demanda de medidas cautelares al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) al objeto de proteger los derechos de Carles Puigdemont de someterse al debate de investidura de manera efectiva ante el veto del Tribunal Constitucional (TC). Y el simple anuncio de esta última medida abrió la caja de los truenos de JxCat, que tuvo conocimiento de ella mientras celebraba reunión de grupo con la presencia telemática de su líder desde Bruselas.
Y la respuesta, en este contexto, fue especialmente contundente. Tanto que la actuación de Torrent es, a juicio de JxCat, “arbitraria y unilateral” y supone una interferencia que “choca frontalmente con la estrategia de legítima defensa” del 130.º presidente de la Generalitat que, encima, se ha adoptado “sin comentarlo con el afectado”. “Las garantías para la investidura no hay que ir a buscarlas demasiado lejos, ni en Estrasburgo ni en ningún otro lugar, porque están al alcance en el reglamento del Parlament, y lo que tenemos que hacer es creérnoslo y ponernos en marcha”, lamentó el portavoz adjunto de la formación, Eduard Pujol, que no dudó en expresar su “perplejidad” con el presidente del Parlament. “Si algún día hay que acudir a Estrasburgo será más adelante y con una gran causa catalana para denunciar el conjunto de agravios del Estado español”, remarcó.
JxCat está especialmente molesta con Torrent porque, además, considera que la iniciativa de llevar ahora la investidura a Estrasburgo no es más que una “cortina de humo” para “tapar el escándalo de no tramitar la reforma de la ley de la Presidència”. “Es una censura del derecho de un grupo parlamentario a presentar las propuestas que quiera, exista o no consenso”, le reprochan medios de la candidatura de Puigdemont, conscientes, en cualquier caso, de que el problema lo tienen no con el presidente del Parlament, –“es sólo el instrumento”–, sino con ERC. Y es que mientras para JxCat el tiempo apremia y
tiene interés en avanzar con cierta rapidez para hacer posible de una vez la investidura de su número uno –de hecho ya no entendió que se aplazara la sesión prevista para el 30 de enero–, ERC, en cambio, necesita que el tiempo pase sin ningún movimiento que pueda ser cuestionado por la justicia española como mínimo hasta que su secretaria general, Marta Rovira, haya declarado en el Tribunal Supremo (TS), el próximo lunes. Un contexto, en definitiva, en el que no es extraño que los dos socios estén elevando el tono y que las negociaciones estén paralizadas cuando menos desde el viernes.
ERC tampoco se anduvo con subterfugios a la hora responder a JxCat y salir en defensa de Torrent. Para los republicanos, “no es serio, ni de recibo, ni justo” que se reproche al presidente del Parlament que dé un paso más para “defender el derecho de todos los diputados, y concretamente los del president Puigdemont”. Y más cuando, según Sergi Sabrià, portavoz de la formación, Torrent ha decidido impulsar la demanda a instancias del tribunal europeo en respuesta a la petición del propio expresidente, cuando antes del 30 de enero, día en que debería haberse celebrado el pleno de investidura, le solicitó amparo. De manera que Sabrià dijo también estar “perplejo” con la reacción de JxCat, porque acudir a la justicia europea “fue idea suya”. El portavoz de ERC fue incluso más allá y, mientras pedía poner fin a los reproches y a los “trapos sucios”, no escatimó paradójicamente críticas contra JxCat: “Necesitamos un acuerdo. Si alguien tiene un problema personal se lo tendrá que tragar”. Además, atribuyó continuos cambios de pareceres al grupo que lidera Puigdemont, que, a su juicio, no hacen más que desgastar a los independentistas: “Que se trabaje con el máximo rigor las propuestas que se hacen. (...) No una por la mañana y otra diferente por la tarde. No vale hacer una propuesta y que cuando la impulsa el presidente del Parlament no te parezca bien”.
Del mismo modo se pronunció el entorno de Torrent, que aseguró que, con anterioridad a la polémica, durante la reunión de la Mesa del Parlament comunicó al vicepresidente primero y diputado de JxCat, Josep Costa, su intención, “sin que hubiera oposición alguna”. De todos modos, las mismas fuentes precisaron que se encontrarán las vías para que las defensas sean compatibles y converjan, la que preparan los abogados de Puigdemont desde Bruselas y la impulsada por el presidente la Cámara.
Y mientras la relación entre JxCat y ERC es cada vez más difícil, el president destituido aprovechó para publicar un comentario en su cuenta de Instagram, junto a la imagen de una luna llena, que no parece que sirva precisamente para recuperar la sintonía a la vista de las críticas veladas que contiene: “Luchamos para alcanzar la meta más grande a que podemos aspirar: la libertad. Muchos creen que es imposible, otros muchos trabajan para impedirlo y algunos tienen miedo de hacerlo realidad. Yo confío en vosotros y con el espíritu de lucha de muchas generaciones que nos empujan... lo conseguiremos”. El aviso queda ahí.