La Vanguardia

Schulz dimite y desata la crisis en el socialismo alemán

El exlíder del SPD intenta colocar a su sucesora, pero el partido se rebela

- BERLÍN

El presidente del partido socialdemó­crata alemán (SPD), Martin Schulz, dimitió ayer y abrió una crisis en su formación al intentar colocar como sucesora a Andrea Nahles, jefa del grupo parlamenta­rio. Hubo rebelión y finalmente se elegirá a Olaf Scholz, probable ministro de Finanzas.

El vendaval no amaina en casa de los socialdemó­cratas alemanes. Martin Schulz formalizó ayer su dimisión al frente de un SPD fracturado, pero una nueva rebelión en sus filas le obligó una vez más –van unas cuantas en los últimos días– a dar marcha atrás a sus planes para el partido.

Schulz pretendía que la sustituta que había designado, Andrea Nahles, tomara las riendas del partido de inmediato como presidenta interina, y que su liderazgo fuera ratificado en un congreso del partido. Durante la jornada de ayer, sin embargo, varias voces del SPD dejaron claro que no iban a aceptar lo que veían como una imposición y una violación de las normas de la formación. Varios líderes y federacion­es regionales le recordaron a Schulz que la figura del vicepresid­ente está precisamen­te para eso, para sustituir al presidente si éste se va, y que al líder del partido sólo pueden elegirlo las bases. Que no iban a aceptar una designada a dedo.

Al final, Schulz se vio obligado a ceder. A última hora de la tarde, la cúpula del partido confirmaba que no será Nahles sino Olaf Scholz, alcalde de Hamburgo y probable futuro ministro de Finanzas en el próximo gobierno, quien liderará de forma interina el SPD. Nahles deberá esperar, aunque la dirección del partido la propuso ayer por unanimidad como sucesora.

De 47 años, Andrea Nahles, actual presidenta del grupo parlamenta­rio, sería la primera mujer que lidera esta formación desde su fundación hace siglo y medio. Si no hay contratiem­pos, debería ser entronizad­a en un congreso extraordin­ario que va a celebrarse el próximo 22 de abril en Wiesbaden, según anunció Schulz.

El pacto para reeditar una Gran Coalición con los conservado­res de la canciller Angela Merkel ha provocado profundas fisuras en el partido, así como el reparto de carteras ministeria­les. En ese ambiente de descontent­o, los líderes del SPD tratan de persuadir a sus 464.000 miembros para que apoyen el acuerdo con Merkel en una consulta que debe celebrarse el 4 de marzo y que, a día de hoy, parece del todo incierta.

Si los afiliados rechazan el pacto de la gran coalición, Alemania se enfrentarí­a a la más que probable repetición de elecciones. Claro que a los socialdemó­cratas este escenario tampoco les sería nada fa- vorable. Una encuesta publicada ayer por el diario Bild confirmaba su caída. Están en el 16,5%, con el aliento en el cogote de la extrema derecha de Alternativ­a para Alemania (AfD), que tiene el 15%.

Schulz, cuyo liderazgo ya estaba seriamente tocado desde que en las legislativ­as de septiembre logró los peores resultados (20,5%) para el partido desde la posguerra, ya había anunciado la semana pasada su intención de dejar la presidenci­a del partido, con el cálculo de que eso le permitiría calmar los ánimos y asumir la cartera de Asuntos Exteriores en el futuro gobierno de coalición. Designó como delfina a Nahles y todo parecía dispuesto para un relevo exprés.

Sin embargo, en apenas unos días, el escenario ha dado un vuelco. Schulz tuvo primero que renunciar al puesto de ministro de Exteriores por la rebelión que se le montó en el partido. Las bases le acusaban de sólo pensar en su carrera mientras ignoraba su promesa de que nunca formaría parte de un gobierno en el que Merkel

La dirección del partido propone a Nahles como sucesora y convoca un congreso el 22 de abril para votarla

fuera la canciller. Uno de los que le atacaron con más dureza fue el actual ministro de Exteriores, Sigmar Gabriel, otro hombre fuerte del partido.

No está claro quien del SPD asumirá finalmente la cartera. La prensa alemana ha señalado a Katarina Barley, una antigua secretaria general del partido y ministra de Familia, o a un líder histórico de la formación como Thomas Oppermann.

Alemania, la primera economía de Europa, lleva sin un gobierno formal desde las elecciones del pasado 24 de septiembre. Los inversores ya están dando muestras de inquietud por la parálisis en la toma de decisiones, tanto en Alemania como en el conjunto de Europa. Si hay una beneficiad­a de la tormenta en el SPD es Angela Merkel, ya que desvía la atención de las críticas que ella misma está recibiendo desde sus filas por las concesione­s hechas a los socialdemó­cratas.

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TOBIAS SCHWARZ / AFP El secretario general del SPD, Lars Klingbeil, la líder del grupo parlamenta­rio, Andrea Nahles, y el presidente interino, Olaf Scholz

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