El avance tecnológico eleva la desigualdad salarial, avisa CaixaBank
El rápido avance de la tecnología que está experimentando la actividad económica tendrá, y en algunos casos ya tiene, un impacto en el mercado laboral. Según el último informe de CaixaBank Research, que está dedicado a la revolución tecnológica, la previsible transformación en el tipo de ocupaciones traerá consigo una mayor dispersión salarial. Es decir, la distancia entre los altamente cualificados y los que ocupan puestos de baja cualificación.
“El cambio tecnológico está detrás, en parte, del aumento de la dispersión salarial y, por tanto, de la desigualdad. Una desigualdad que en España se suma al impacto de la crisis económica”, explicó ayer Oriol Aspachs, director de macroeconomía de CaixaBank Research. El servicio de estudios recordó además que la probabilidad de automatización de las ocupaciones es mucho más elevada entre los puestos con salarios bajos (65%) y medios (por encima del 70%), que en los de salarios altos (sobre el 28%).
En cuanto al debate sobre si se la revolución tecnológica aumentará el volumen del empleo o lo reducirá, en el informe se decantan por la visión más optimista. Avisan de que el impacto será “múltiple”, porque la integración de las nuevas tecnologías en el proceso productivo llevará a realizar algunas tareas con menos trabajadores o incluso sin empleados. Pero, al tiempo, defienden que otras profesiones, vinculadas al software, big data, técnicas de machine learning..., están ganando peso. “Tal y como ya sucedió en los anteriores procesos de cambio tecnológico, esperamos que el efecto de complementariedad –entre el trabajo de las máquinas y lo que aporta el trabajador– acabe siendo superior al de sustitución”, señala el monográfico.
Aparte del número de puestos de trabajo, los autores del informe destacaron que están cambiando las habilidades requeridas y se remiten a estudios en Estados Unidos donde detectan un “aumento sustancial” de trabajos que exigen habilidades sociales como saber comunicar, mostrar empatía o trabajar en equipo. Los cambios disruptivos, recordó Aspachs, está difuminando así mismo las fronteras de los sectores y las diferencias tradicionales fundamentadas en el tamaño de las corporaciones.
El servicio de estudios también ha analizado cómo, a pesar de los importantes avances tecnológicos experimentados en las últimas décadas, la productividad se ha ido perdiendo pujanza, un proceso especialmente acusado en Estados Unidos y el Reino Unido. “El crecimiento de la productividad presenta una desaceleración notable, persistente y generalizada”, resumió Oriol
El informe vincula la desaceleración de la productividad al impacto de la crisis económica
Aspasch. A la hora de buscar explicaciones, el responsable de CaixaBank Research apuntó a factores como la diferencia de productividad entre las empresas que ya se benefician de la potencialidad de las nuevas tecnologías y el resto. Además, señaló que el proceso actual de “difusión tecnológica es relativamente más complejo y más lento para trabajadores y empresas”. Y, en última circunstancia, Aspach vinculó el menor crecimiento de la productividad a los persistencia de los efectos de la crisis económica, en especial a la ralentización de la inversión, tanto la pública como la privada.
En el caso de la inversión empresarial, el citado informe señala que la elevada incertidumbre incluso en el inicio de la recuperación ha tenido un fuerte protagonismo, al igual que la caída del crédito durante los años de la crisis.