Un nuevo drama: tráfico de pisos municipales ocupados
Los ocupas de la calle Sant Ramon explican que compraron las llaves a un desconocido
Mohamed Alfaya cuenta que hace un par de semanas un hombre muy bien trajeado le preguntó si acaso estaba buscando piso, que si quería ver uno detrás de la Filmoteca, que allí tenía unos cuantos libres... “Y el tipo con su carpeta y todo, como si fuera un agente inmobiliario de verdad, con las llaves del portal y de todos los pisos –prosigue explicando este joven de 26 años vecino del barrio de toda la vida–, me dijo que podía quedarme con el que quisiera por 500 euros, sólo 500 euros... ¡Un piso bueno como los pisos para los guiris! Y tú pues ves que el tío está trapicheando, que el piso está ocupado, que tú puedes vendérselo a otro o tratar de aguantar lo máximo... Todo depende de lo listo que seas”.
Entretanto agentes de la Guardia Urbana continúan desalojando las once viviendas municipales ocupadas durante las últimas semanas en el número 1 de la calle Sant Ramon, en el Raval, sobre el bar Marsella. El Consistorio se gastó más de un millón de euros en la compra de esta finca en el año 2013.
Las obras de rehabilitación de sus viviendas concluyeron hace ahora nueve meses. Fuentes municipales explicaron ayer que los pisos aún no fueron entregados a familias en situación de vulnerabilidad porque la compañía eléctrica todavía no estableció el correspondiente suministro. Fuentes de Endesa respondieron que la culpa es del Ayuntamiento, de su propia desidia. “Esta finca requiere que el promotor construya un centro de transformación. La empresa validó el proyecto presentado por el Ayuntamiento el 30 de noviembre del 2016. Hasta que no construyan el centro de transformación, una obra que suele durar un par de meses, no podremos electricidad”.
Dados los acuciantes problemas en torno a la vivienda que sufre este lado de la ciudad, que estos pisos fueran ocupados era un cuestión
suministrarle de tiempo, sobre todo si la vigilancia no era constante.
El Ayuntamiento no se enteró de la usurpación de sus propiedades –que ahora permanecen tapiadas– hasta el pasado miércoles. Fuentes municipales aseguran que antes no estaban ocupados, y que los pisos serán entregados antes del verano.
“Pues a mí no me ha dado tiempo a nada –lamenta Yousseff, también de 26 años–, yo únicamente duré cuatro días. A ver quién pilla al tipo ese ahora... Pues tendré que irme a casa de mi abuela hasta que me busque la vida, ¡si hasta los de los servicios sociales te dicen que te metas donde puedas!”.
En esos momentos el último de los 22 ocupas de estos pisos se asoma al balcón para increpar a los policías municipales. “Pues mañana voy a ocupar otro piso –les grita– ¡y pasado otro! hasta que os canséis de echarme, hasta que recupere mis 400 euros”. Un programa de televisión le entrevista desde uno de los balcones del edificio de enfrente.
Fuentes de la Guardia Urbana y de los Mossos reconocen que el trapicheo de pisos ocupados es un fenómeno que se está extendiendo por toda Barcelona, pero que hasta la fecha nunca habían encontrado en el Raval una operación de semejante magnitud. El caso de la calle Sant Ramon también tiene desconcertadas a las entidades vecinales del barrio que acostumbran a ayudar a familias y personas en apuros a ocupar viviendas vacías a fin de que no sean tomadas por traficantes de drogas. “No sabemos de dónde salió la información sobre estos pisos –dicen–. No resulta extraño no tener la menor idea sobre quién lo montó todo”.
UN TURBIO NEGOCIO
“Tú puedes venderle el piso a otro o tratar de aguantar todo lo que puedas”
NUEVAS DEMORAS
El Ayuntamiento dice ahora que espera adjudicar las viviendas antes del verano