Viver dijo al juez que su papel de cerebro jurídico del proceso es “una leyenda”
Santi Vidal afirmó ante el juez que sus conferencias contenían elucubraciones
Carles Viver Pi-Sunyer y Santiago Vidal, los exjueces del proceso sobernista, se desvincularon ante el juez de la hoja de ruta, tanto a la hora de redactar las leyes de desconexión como en la preparación del referéndum. Así se desprende de las declaraciones en sede judicial a las que ha tenido acceso La Vanguardia y cuyos audios se reproducen en la web del diario.
El exmagistrado del Tribunal Constitucional y expresidente del Consell Assessor per a la Transició Nacional, Carles Viver Pi-Sunyer, señaló que él era meramente un asesor jurídico que carecía de capacidad política y de decisión para llegar a la independencia y negó ser el cerebro jurídico del proceso independentista. “Yo era un asesor jurídico. Me negué a salir en medios de comunicación o a participar en conferencias. Algo he perdido no saliendo en los medios. Porque se ha creado una leyenda sobre mi trabajo que no corresponde a la realidad”, aseguró ante el juez de instrucción 13 de Barcelona que investiga los preparativos, la organización y la financiación del referéndum. En esa misma declaración, Viver expresó sus reticencias a la adopción de un proceso unilateral e incluso en la puesta en marcha de un referéndum y se mostro partidario de la celebración de elecciones. Sin embargo, señaló que efectivamente ejerció sus funciones como asesor en la creación de las estructuras de Estado, pero advirtiendo de que sólo se pondrían en práctica si Catalunya se independizaba.
Por su parte, el exjuez y exsenador de ERC Santiago Vidal también negó tener ningún tipo de implicación directa en los entresijos del proceso ya fuera en la redacción de las leyes de desconexión, del referéndum o en la creación de las estructuras de Estado. El exmagistrado está imputado, según le detalló el juez, por “el trabajo intelectual preparatorio para el desarrollo de las leyes que se aprobaron en el Parlament y para construir las estructuras de Estado”. Después de aquello, Vidal se negó a responder a las preguntas de las partes y recriminó al juez: “Esto es una causa general de naturaleza política más que jurídica”.
Todo esta investigación judicial se inició a partir de la aceptación por parte del juez de una querella de Vox por el contenido de sus conferencias en las que afirmaba que el Govern contaba con los datos fiscales de los catalanes y con un listado de jueces afines. Sin embargo, Vidal dio marcha atrás y se retractó de todas aquellas afirmaciones: “Asumí el error de hablar en presente indicativo cuando debería haberlo hecho en futuro condicional”. De hecho, el exsenador republicano matizó que lo que se ha bautizado como conferencias eran en realidad “mítines”, en los que, a diferencia de “las declaraciones judiciales”, hay “un margen de libertad de expresión por parte del dirigente político que se dirige a sus militantes y simpatizantes”.
En la misma declaración judicial, Vidal precisó que el próximo 8 de marzo vence la suspensión para ejercer de juez y señaló que ya ha recibido la respuesta del CGPJ para reincorporarse.
“Yo era un asesor jurídico”, declaró el exvicepresidente del TC, que negó tener otras funciones