Thriller con ETA al fondo
Esparbé protagoniza ‘Cuando dejes de quererme’, debut de Legarreta
La joven Laura, interpretada por la argentina Flor Torrente, vive en Buenos Aires desde que su madre se la llevó del País Vasco al quedar las dos abandonadas por el padre de familia, Félix Careaga. Un día –más de 30 años después– Laura recibe una llamada en la que le comunican que los restos del padre han aparecido enterrados en un bosque no lejano a la casa familiar en Durango, con trazas de asesinato. Ella vuelve entonces a su tierra con el padrastro, Fredo (Eduardo Blanco). Y ambos se ponen a investigar lo ocurrido de la mano del agente de seguros y sobrevenido detective Javier Egoskue, encarnado por el barcelonés Miki Esparbé. Es Cuando dejes de quererme, película española entre los estrenos de este viernes.
La cinta narra un drama familiar de retorno al pasado con toques de humor y “traje de thriller”, como dice su director y debutante en el largometraje, Igor Legarreta. También es una superposición de historias de amor y de culpas. Y al fondo, con un protagonismo cuyo alcance el espectador tarda algún tiempo en descubrir, el fantasma de ETA.
Miki Esparbé, actor en ascenso ahora entregado a la versión teatral de Smoking room y pendiente de los estrenos cinematográficos de Las distancias (Elena Trapé) y Perdiendo el Este (Paco Caballero), disfrutó con el personaje de Javier Egoskue por la variedad de registros que le imponía. “Me gusta cómo el tipo se lía la manta a la cabeza para investigar un crimen y cómo, mientras con el padrastro de la chica entabla una relación distendida, con ella se ve vencido desde el principio, por mucho que, para gustarle, despliegue todos sus recursos”. El intérprete aplaude igualmente lo que llama “patosidad” de los personajes.
Legarreta coincide, aunque él prefiere hablar de la “total normalidad y cero sofisticación” de los personajes y sus métodos. En cuanto a ETA, el cineasta adelanta que se trata de un elemento “vertebrador y de contexto” en una película “no política”. El realizador encuentra “sano”, eso sí, el poder acercarse a este asunto en una película de intriga sin que nadie vaya a extrañarse.
Pero el filme incide ante todo en la relación de los personajes con las cuentas del pasado. “Todos tienen algo a sus espaldas, y a todos les cuesta cortar con ello: algo muy nuestro”, dice. Su enfoque al respecto hace que la película no sea sólo una historia de culpas sino de perdones, con amor de por medio.