El misterio de los puntos rojos
Vecinos del Raval se inquietan tras confundir un proyecto de arte urbano con marcas de narcos en busca de pisos vacíos que ocupar
Unos pequeños círculos rojos pintados junto a las puertas de diferentes inmuebles están desatando la inquietud entre muchos vecinos del barrio del Raval. Numerosos ciudadanos de este lado de Barcelona pensaron que estas discretas pintadas son en verdad mensajes que unos traficantes de drogas dejan a otros para informarles sobre los inmuebles en los que pueden encontrarse viviendas que ocupar, que convertir en nuevos narcopisos. Afortunadamente, esta vez todo fue fruto de una confusión.
Anteanoche, las cuentas en redes sociales de algunas entidades ciudadanas muy implicadas en la lucha contra las narcocupaciones se preguntaban muy preocupadas qué demonios significan esos dichosos círculos rojos. Este agobio no es producto de una enfermiza paranoia ni de una psicosis colectiva sin fundado motivo. La gente del Raval no deja de encontrarse trozos de plástico y de papel de celo entre las puertas de entrada a sus viviendas y sus marcos. Se trata de un método para averiguar si un piso está vacío. Si alguien entra o sale, el plástico o el papel de celo se desprende; si no...
Muchos ciudadanos del Raval ya no se conforman con poner puertas de seguridad en sus viviendas, también quieren ponerlas en los rellanos. Todos temen que los pisos vacíos propiedad de las entidades financieras acaben convertidos en narcopisos, en el peor de los vecinos. También temen que si se van de puente alguien aproveche y les arrebate la casa.
No se trata de una paranoia colectiva.
Este verano, al término de sus vacaciones, le pasó a una vecina de la calle Joaquim Costa. Tardó un mes en recuperar su casa.
Además, entre los grupos de WhatsApp de vecinos del barrio también circuló este fin de semana la información de que alguien había tratado de entrar en un piso cuya fachada estaba marcada... Quizá los asaltantes únicamente pretendían robar, pero... Al final, uno de los miembros de uno de estos grupos de WhatsApp tan activos en el Raval en los últimos tiempos explicó que los pequeños círculos rojos no son más que una muestra de arte urbano. Se trata de un proyecto muy alternativo llamado Red Dot Theory. Muchos respiraron aliviados después de conocer la verdad.
El miedo a las narcocupaciones lleva a muchos residentes a vigilar cualquier cambio en la vía pública
El responsable de Red Dot Theory lleva meses pintando pequeños círculos rojos por todo el barrio. En su cuenta de Instagram figuran 266 fotografías. La primera fue colgada a mediados del pasado mes de diciembre. El titular de esta cuenta de Instagram prefirió ayer no hacer declaraciones al respecto. Algunos califican su obra de grafiti minimalista.
Porque el Raval no es únicamente un objetivo de los traficantes de drogas, es también un laboratorio de nuevas formas de arte urbano. Lo de pintar con aerosoles no es precisamente la última tendencia. La instauración de la ordenanza de civismo llevó a muchos grafiteros a buscar otros modos de tatuar la ciudad a toda velocidad, tan rápidamente que la policía no se diera cuenta. En las paredes del Raval pueden encontrarse intrusas baldosas llenas de cuidados dibujos, latas de refrescos que conforman mensajes de amor, bancos de pegatinas de peces muy fálicos... y también pequeños círculos rojos estampados por doquier.