El rey de la cama
“Nada mejor que llegar a casa y sorprenderte porque tienes la CAMA hecha”. Ese es el mensaje que publicó en su cuenta de Facebook (y después borró) Óscar Lata, ayudante de Sito Alonso en su breve etapa al frente del banquillo blaugrana. Más tarde desmintió el sentido que todo el mundo le estaba dando. Cuesta creer que unos jugadores prefieran perder para que despidan al entrenador, aunque probablemente haya habido casos. Lo que está claro es el equipo había desconectado de Alonso. Porque a este Barça que se coronó ayer no lo conocería ni su padre si se hubiera ido de viaje para regresar diez días después. “¿Es este mi hijo? Sí que ha crecido”, se preguntaría. Más que crecer se ha agigantado para competir por todos los balones, para meter cuantas manos sean necesarias, para poner el alma en cada acción, pese a los tremendos apuros de los últimos minutos.
Antes de la final, en los vestuarios, Svetislav Pesic les pidió a sus hombres responsabilidad y les exigió que no buscaran excusas. Si su par les superaba, era su culpa y su problema. Ni del sistema ni del compañero ni del hombre del banquillo. Que cada palo aguantara su vela, y vaya si la aguantaron, secando el baloncesto del Madrid, al que limitaron claramente salvo en el último cuarto.
A los jugadores, en cualquier deporte, hay que hablarles muy claro. Cuantas más complicaciones y ambigüedades presenten los discursos suele ser mucho peor, porque entonces se acrecienta la tentación de traspasar las dificultades al de al lado. En cambio, si los protagonistas son conscientes de sus funciones tienen ya mucho ganado. Para dirigir, Heurtel y Ribas, que por fin recibió el premio a su esfuerzo tras un año lesionado y que ayer ejerció de martillo. Para defender y penetrar, Hanga y Sanders, más comprometidos con el colectivo y más influyentes. Para luchar y percutir hacia el aro, un Oriola apasionado. Para bailar claqué en la pintura, Tomic, que ha despertado de su larga hibernación. Para complementar, Moerman, Koponen y Claver, que han dado un paso adelante. Para aconsejar, Navarro, el jugador con más títulos de Copa, con siete. A partir de aquí se puede estar más o menos acertado, pero las bases ya están sentadas. El entrenador ha resucitado un cadáver deportivo con un electroshock basado en la claridad. Pesic ha puesto orden en la casa, ha arreglado la habitación y, efectivamente, también ha hecho la cama. Es el rey.
Pesic ha resucitado un cadáver deportivo con un electroshock basado en la claridad