La Vanguardia

Las dos vidas de Cesc

Fàbregas se enfrenta por quinta vez al Barça, contra quien ha perdido una final y dos eliminator­ias

- ANTONI LÓPEZ TOVAR Barcelona

El fue el primero, el más atrevido y el más valiente”, dijo Gerard Piqué sobre la decisión de Cesc Fàbregas de emigrar a la Premier League con 16 años. En verano del 2003 Arsène Wenger interrumpi­ó sus vacaciones para recibir en persona al jugador y a su familia en Londres, junto al presidente del Arsenal, David Dean. Quince temporadas después, algunos de los compañeros que dejó en la Masia, como Messi o Piqué, han levantado varias Copas de Europa, un trofeo que sigue vetado para el centrocamp­ista de Arenys puesto que su paréntesis de tres campañas en el Camp Nou coincidió con un período de sequía europea entre los títulos de Wembley (2011) y Berlín (2015).

Llegó tarde a Barcelona o se fue demasiado pronto. En realidad, la historia de Cesc con la Champions es bastante deprimente. Perdió la única final que ha disputado, el año 2006 en París, justamente contra el Barcelona, pero el torneo le reservaba un golpe todavía más duro. “Después de que nos eliminara el Chelsea estuve varios días sin dormir”, ha reconocido respecto a las semifinale­s de la edición 2011-12 en las que el Barça cayó de forma inverosími­l con méritos más que sobrados para haber alcanzado la final de Munich. “Es el día más triste que he vuelto a casa en mi carrera”, revela el jugador en declaracio­nes a Barça TV. “Aquí [en el Chelsea] a veces nos vacilan. En 180 minutos fue un pequeño milagro que no pasáramos a la final. Pasó de todo, tuvimos muchísimas oportunida­des, yo el primero, que tuve dos claras aquí en Stamford”.

Fàbregas mantiene la amistad desde la infancia con Piqué y Messi, y últimament­e se aviene con Luis Suárez. “Con los Busi [Busquets], Jordi [Alba], Andrés [Iniesta], que jugamos juntos desde hace tanto tiempo, pues también apetece mucho hablar con ellos”. Pero después de 15 temporadas en Inglaterra Cesc es un londinense más. No resultó óptima su experienci­a en el Camp Nou. Encontrar un hueco en la línea Xavi-Busquets-Iniesta en plenitud de condicione­s fue una misión imposible y las suplencias no congeniaba­n con el carácter de un jugador que se había convertido en ídolo de Highbury. El Barça, y en concreto Guardiola, le había perseguido durante años, pero el jugador no encontró un buen acomodo en el vestuario y regresó a Londres, esta vez al Chelsea, con dos años de contrato por cumplir y dejando 33 millones en la caja.

Ahora vuelve a intentar la conquista de Europa, pero no aparenta mucho optimismo porque la Champions le ha infligido demasiados golpes. “Si pasáramos esta eliminator­ia tendría que ser con dos partidos de gran nivel porque ahora el Barcelona está jugando a un nivel muy alto. Somos cons- cientes de que será difícil, pero en el fútbol pueden pasar muchas cosas. Tenemos un plan e iremos con él, pero contra un gran equipo y que tiene el mejor jugador del mundo tendrás que hacer dos partidos brutales para poder pasar”.

Es, al margen de la final del 2006, la tercera vez que el Barça se cruza en el camino de Cesc. El catalán cayó con el Arsenal en la ronda de octavos de la 2009-10, aunque no pudo disputar el partido de vuelta por lesión, y volvió a quedar eliminado en los cuartos de la temporada siguiente. Su prudencia está plenamente justificad­a. Mañana desea ganar, “pero sobre todo que ellos no marquen”. “Que no marquen aquí es fundamenta­l”, insiste. Y Pedro Rodríguez asiente ante la cámara de Barça TV. En su tercera temporada en Stamford Bridge, el extremo canario es uno de los 13 futbolista­s que han militado en el Barça y en el Chelsea, pero en su caso la relación con la Champions es bastante buena. Estaba en el banco de Stamford Bridge la noche que Iniesta firmó el épico gol en el tiempo añadido que trasladó al Barcelona a la final de Roma. “Ellos merecieron otro resultado por como fue el partido. Nosotros apenas tuvimos ocasiones y ese milagroso gol de de Andrés fue una locura. Recuerdo que todos salimos del banquillo a celebrarlo”. Pedro ha participad­o este curso en cinco de los seis partidos de la Liga de Campeones. Cesc los ha jugado todos.

LA ACTITUD “Somos consciente­s de que tendremos que hacer dos partidos brutales para poder pasar”

LA ELIMINACIÓ­N DEL 2009 “Es el día más triste que he vuelto a casa en mi carrera. Aquí en el Chelsea a veces nos vacilan”

 ?? ANDREW COULDRIDGE / REUTERS ?? Cesc Fàbregas, imprescind­ible en el equipo de Antonio Conte, durante su último partido en Stamford Bridge
ANDREW COULDRIDGE / REUTERS Cesc Fàbregas, imprescind­ible en el equipo de Antonio Conte, durante su último partido en Stamford Bridge

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