Youtubers se burlan de la seguridad de la Sagrada Família
Tres jóvenes graban en vídeo cómo escalan el templo y salen sin ser detenidos
Tres veinteañeros británicos, uno de ellos muy conocido en las redes sociales, donde cuelga los videos de los retos en los que él y sus amigos se juegan la vida, han dejado en evidencia la seguridad de la Sagrada Família. Los tres jóvenes penetraron en el recinto de la basílica en la madrugada del 9 al 10 de marzo y escalaron por los andamios hasta una altura de entre 15 y 20 metros. Aunque fueron detectados, pudieron bajar y huir sin ser detenidos.
La intrusión hizo saltar las alarmas. Un empleado de seguridad los vio desde la sala de control. Este mismo empleado avisó a tres compañeros: dos subieron por el montacargas hasta la zona más alta de las obras para impedir que llegaran a las grúas, como parecía ser su intención. Un tercer vigilante se quedó abajo, pero no los vio o no pudo interceptarlos.
Ally Law (que estará encantado de la publicidad que promocionará su canal todavía más: ya tiene 700.000 seguidores) colgó el pasado miércoles el vídeo de la suicida acción que protagonizaron él y sus dos amigos. Las imágenes acumulaban al cierre de esta edición cerca de 400.000 viseis– sualizaciones. Hoy serán muchas más. La Sagrada Família interpuso inmediatamente una denuncia ante los Mossos d’Esquadra.
Natural de Southampton, Ally Law, de 21 años, trabajaba como carpintero hasta que sus “desafíos nocturnos” y “locuras” le dieron el tipo de notoriedad que quería. Pero más allá de los dilemas sobre el éxito de determinados personajes en las redes sociales, este caso plantea dudas de seguridad sobre el monumento más visitado de Catalunya y uno de los más populares del mundo.
Según declaró ayer a RAC1 Marc Martínez, jefe de seguridad del templo, la Guardia Urbana tardó 40 minutos en llegar desde que se dio el aviso al 112. Llama la atención que fuera policías locales, y no los Mossos d’Esquadra, quienes acudieran a la llamada. Era un asunto competencia de los Mossos, y la policía municipal sólo registró “un requerimiento de colaboración con otros cuerpos”, al que se respondió en 15 minutos desde que se recibió, asegura la Guardia Urbana sin aclarar cuándo recibió ese aviso.
En cualquier caso, la primera en llegar fue una patrulla municipal, pero para entonces Ally Law y sus amigos ya habían vuelto a saltar la valla de obras de la calle Mallorca y se habían ido, entre risas. En un banco de un parque cercano comentaron que había sido “increíble”, sobre todo cuando subió el montacargas con dos vigilantes, que pasaron junto a un intruso sin verlo. “Tío, eres un crack”, le dicen sus compañeros.
Los tres se felicitan de su acción, aunque “desgraciadamente” no pudieron subir hasta donde querían, pero al menos sí “entrar y salir sin que nos detengan”. Por increíble que parezca, más tarde cogen el metro –curiosamente, en la estación de la Sagrada Família, muy cerca del lugar de sus fechorías– para ir a su casa. Los tres formaban parte de un grupo de cinco jóvenes –quizá que según sus propias palabras se alojaban en un apartamento turístico de Airbnb. Su vídeo está perfectamente editado, y da la sensación de que la acción dura un poco más, pero la Sagrada Família afirma que permanecieron en el recinto nueve minutos. Cuando se marcharon, los vigilantes recorrieron la zona para comprobar que era una gamberrada y no algo muchísimo peor: Catalunya mantiene el nivel de alerta 4 antiterrorista.
Aunque los responsables de la seguridad de la basílica han tratado de quitar hierro al asunto, los hechos obligarán a reforzar la seguridad, en especial “el número de los efectivos de seguridad durante la noche” y el tiempo de respuesta ante una alarma. La vigilancia en el interior del templo está en manos de una empresa
Los intrusos lograron descender por las torres y huir antes de que llegaran agentes de la Guardia Urbana
privada, pero los Mossos conocen los planes de emergencia y de evacuación del templo, así como la sala de control. Las alarmas de la Sagrada Família, sin embargo, no están conectadas directamente con la policía, y un empleado debe telefonear al 112 en caso necesario. Por fortuna para ellos, todo
Desde que se avisó al 112 hasta que se presentó la patrulla pasaron 40 minutos, según los responsables del templo
La seguridad de la basílica trata de quitar hierro al suceso, que se produce con Catalunya en nivel 4 antiterrorista
acabó bien para los tres protagonistas de esta historia (el resto de los compañeros de apartamento no secundó su inconsciente aventura porque alguno de ellos “ya ha conocido las porras de la policía española”). Internet, el mismo internet que les ha dado su efímera popularidad, está repleto de las muertes anónimas de otros héroes sin tanta suerte.