Lluís Costa PRESIDENTE DE MODACC
Lluís Costa preside el Clúster Català de la Moda (Modacc). Ingeniero industrial especializado en el sector textil, es también consejero delegado de una histórica del sector, Guasch. Ahora quiere llevarse el Modacc a Silicon Valley.
La trayectoria profesional del nuevo presidente del Clúster Català de Moda, que agrupa a más de 150 empresas, ilustra la profunda transformación del sector textil catalán en las últimas décadas. El primer empleo de Lluís Costa, en 1992, recién salido de la Escola d’Enginyeria de Terrassa en especialidad textil, fue como director de fábrica de la empresa Guash Hermanos, fabricante de tejidos de algodón y de los internacionalmente conocidos pañuelos Guasch. La entrevista para hacerse con el puesto fue en la fábrica de Capellades, a pie de máquina. “El dueño de la empresa, José Guasch –el señor Pepe para los trabajadores–, me hizo preguntas muy técnicas, pero conseguí el trabajo”, explica Lluís Costa (Terrassa, 1966).
Se hizo cargo de la actividad productiva de una empresa totalmente vertical, que importaba bolas de algodón de Egipto, fabricaba hilaturas y tejidos y producía pañuelos de alta calidad que salían de la fábrica en unas cuidadas cajitas de cartón y que llegó a tener 400 trabajadores. Costa aterrizó en un sector en plena crisis de identidad con el mandato de romper la verticalidad y explotar cada fase del proceso de producción, así como ampliar los sistemas de distribución y diversificar producto. Después de un paréntesis de seis años, cuando se situó al frente de Cottontex, Costa, ya enfocado en nuevas tareas directivas, regresó a Guasch y tras cursar un programa de dirección general en Iese asumió el cargo de consejero delegado en el año 2012.
Ahora la compañía se centra en la gestión de la producción y en el desarrollo de diferentes prendas del segmento homewear: pijamas y ropa interior para hombre y, ahora también, una línea femenina, sin abandonar los tradicionales pañuelos, que llegan a todos los puntos del globo. “Es cierto que cada vez se venden menos pañuelos de tela, pero siguen teniendo su público”, explica. La compañía sigue en manos de la familia, en su quinta generación, tiene la sede en el centro de Terrassa y factura unos cuatro millones de euros, con un 30% en mercados internacionales. Ahora tiene una plantilla de 14 trabajadores dedicados a la gestión y distribución. “En esta segunda etapa he viajado mucho, primero para negociar con proveedores y después para visitar a los grandes clientes”, explica Costa. La compañía gestiona directamente la producción –“no compramos nada fabricado”–, en su mayor parte desplazada a Asia y Turquía, aunque también tienen un puñado de proveedores locales. En cuanto a exportación, su primer mercado es Francia, donde tienen una filial, seguido de Bélgica,
Italia y México.
Al frente del Clúster Català de la Moda (Modaac), Costa estará encargado de elaborar el próximo plan estratégico para dar un nuevo impulso a un sector que “en los últimos dos años ha recuperado el ritmo de crecimiento, tanto en ventas, sobre todo gracias a las exportaciones, como en ocupación”. “Tenemos un sector dinámico, vivo y en crecimiento, que representa el 8% del PIB de Catalunya y con muy buenas perspectivas”, dice. “Los grandes de la moda –de Inditex a Mango– pusieron el mercado patas arriba, pero han impuesto un sistema vigente para todo el mundo de la moda, que es escuchar al mercado y darle lo que quiere de manera eficiente”, resume Lluís Costa.
La internacionalización y los retos de la digitalización estarán en el plan de futuro, pero para captar las inquietudes del sector, Costa ha organizado una jornada estratégica con una veintena de representantes de empresas. Además, ha renovado la junta ejecutiva, con profesionales de perfil transversal y procedentes de diferentes áreas del negocio. A partir del resultado de este encuentro, plantearán las acciones para los próximos meses, pero de momento ya han organizado un viaje profesional a Silicon Valley para visitar empresas del sector tecnológico punteras en innovación.
“El textil actual es un sector muy vivo y dinámico y con buenas perspectivas de futuro”