El Ártico, más caliente que nunca
El mar helado registra la menor extensión para una época invernal
La extensión del hielo marino en el océano Ártico se mantiene este invierno en los niveles más bajos desde que se iniciaron las mediciones vía satélite en 1979. La superficie helada en este océano es la más reducida conocida. De hecho, el invierno está resultando “templado” en todo el Ártico.
Siguiendo una evolución cíclica, este océano registra una ganancia de hielos a lo largo de todo el invierno y sufre una pérdida de banquisa hasta finales de septiembre, cuando inicia un nuevo ciclo invernal. Pero la tendencia global marca un balance muy claro: una disminución de la tasa del 13,2% por década, según la NASA. Algunas proyecciones apuntan un Ártico sin hielo en el verano del 2030.
El área marina congelada en este océano registra en estas fechas los niveles mínimos históricos para esta época del año, según los datos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos).
La reducción es ostensible tanto en la cuenca del Atlántico como en el Pacífico, donde las áreas de aguas libres y abiertas ganaron nuevos límites en el mar de Bering durante la segunda mitad del mes de febrero.
Dada la tendencia general de disminución del hielo ártico, “es lógico que veamos repetirse este fenómeno, que se produce a causa del calentamiento global”, explica Jeroni Lorente, catedrático emérito de Física de la Atmósfera de la Universitat de Barcelona.
La extensión del hielo marino ártico registró en febrero de promedio 13,95 millones de km2, lo que representa el área más reducida para un mes de febrero. Esto supone 1,35 millones de km2 por debajo de la ex-