Un tráfico al alza
Gracias a los deshielos, en la costa de Siberia, los buques efectúan el Paso por el Norte, una ruta vedada hasta ahora en invierno
La compañía naviera Teekay, especializada en el transporte de combustibles, difundió hace poco un vídeo en el que muestra parte del viaje efectuado en enero por el buque de carga Eduard Toll, que, sin la asistencia de un rompehielos, completó el Paso del Norte en el Ártico desde Sabetta
(Rusia) hasta Montoir (Francia). Este es el primer viaje de la historia que se realiza sin la asistencia de un rompehielos durante los meses de invierno.
El Eduard Toll viajó desde Corea del Sur hasta la terminal de Sabetta en la península de Yamal (al norte de Rusia), y desde allí navegó hasta Montoir para entregar la carga de gas natural licuado.
El pasado agosto tuvo lugar otro hito en el Ártico. Un buque ruso, el Christophe de Margerie, transportó una carga de gas natural licuado desde Hammerfest (al norte de Noruega) hasta Boryeong (en Corea del Sur). El barco cubrió la ruta completa por primera vez sin la ayuda de un buque rompehielos (en este caso era en verano) y en una velocidad récord. El recorrido entre Noruega y Corea del Sur lo hizo en 19 días, una duración un 30% más corta que la navegación convencional por el sur, a través del itinerario por el canal de Suez. Estos dos ejemplos ilustran cómo el Paso del Norte es hoy ya un trayecto más corto para los enlaces entre Europa y Asia, pues puede hacerse todo el año.
El Paso por el Norte entre Siberia y el Pacífico permanecía cerrado a los grandes buques durante el invierno a causa de la capa helada. Sin embargo, el deshielo que experimenta el mar a causa del calentamiento está abriendo este paso (aunque no para los barcos convencionales). El resultado es que compañías navieras están destinando grandes inversiones en la construcción de barcos que pueden atravesar los hielos. El Christophe de Margerie es uno de los primeros que incorporan un potente rompehielos para navegar todo el año. Mientras para los científicos el cambio climático es un síntoma del deterioro ambiental del planeta, muchas compañías petroleras y navieras han encontrado aquí una nueva oportunidad para desarrollar sus negocios.
Entre el año 2010 y el 2014, la media de barcos que surcaron la ruta del norte aumentó un 20% y alcanzó un máximo de 30 en agosto, según un recuento efectuado por el Instituto de Física Interdisciplinas y Sistemas Complejos (CSIC-Universitat de les Illes Balears). “El recuento lo hicimos cuando ningún barco había hecho travesía en invierno”, explica el investigador Juan Fernández Gracia.
“El deshielo del Ártico ha inaugurado una carrera por acceder a los recursos, incluidos los combustibles fósiles que antes eran inaccesibles, y abre la perspectiva de nuevas rutas comerciales. Pero este es un ecosistema frágil, que hay que cuidar”, dice Samuel Martín-Sosa, de Ecologistas en Acción. Este tráfico al alza ha llevado a diversos grupos ecologistas a pedir que se prohíba el uso y transporte de petróleo pesado en los barcos que atraviesan el Ártico por el riesgo de graves daños. Rusia acaba de inaugurar una planta de exportación de gas natural licuado en la península de Yamal. Sus cargueros ya han empezado a utilizar estas rutas comerciales para exportar este combustible fósil, que tiene “una huella climática muy negativa”, dice Martín-Sosa.
Un buque hizo en enero la travesía por primera vez en época invernal sin ayuda de un barco rompehielos