Ibercamera, con el relevo generacional
Los jóvenes talentos Daniil Trifonov o Fumiaki Miura comparten temporada con Gergiev, Fischer, Inbal y Fedoseyev
Ibercamera sigue afinando su sello sonoro, apostando por aquellas figuras de la interpretación de la clásica que persiguen una belleza característica. Han pasado 35 años desde que el ciclo barcelonés comenzó a abrirse camino con unos por entonces casi desconocidos Pichas Zukerman, Maria João Pires o Valeri Gergiev. Aún hoy cuenta con la fidelidad de esos grandes músicos, al tiempo que se labra la de nuevos e incontestables talentos que van seduciendo a público y crítica.
Se hacen eco, por ejemplo, de la galáctica relación que tiene el joven ruso Daniil Trifonov con el piano. Y la próxima temporada se harán eco por primera vez de ese miura del violín que es el japonés Fumiaki Miura, un joven de 25 años que un buen día se plantó en las oficinas de la
Agencia Camara y les comunicó que en Japón ya era una estrella y que necesitaba una guía para darse a conocer en todo el mundo. Así fue como ese fenómeno del violín que creció admirando a Zukerman –hay quienes le consideran su sucesor– decidió que su agencia internacional estaba en Barcelona.
La temporada 2018-19 el público de Ibercamera tendrá ocasión de descubrirle junto a la pianista Varvara –apuesta de la casa– en un programa de sonatas de Mozart, Schubert y Beethoven. De este último harán la famosa Sonata Kreutzer.
En cuanto al repertorio, la decena de conciertos del próximo ciclo incluye otros dos atrevimientos –tratándose de Ibercamera–: la Orquesta de Cámara de Múnich, que vendrá con otro joven violinista, Eric Silberger, tocará entre otras cosas Las cuatro estaciones porteñas de Piazzolla. Y la Sinfónica Chaikovski, dirigida por Vladímir Fedoséiev –que tendrá ya 84 años–, interpretarán la 5.ª de Shostakóvich.
Como ya se anunció en su día, Gergiev regresa con la Sinfónica del Mariinski –¡y Trifonov de solista!– en una de las perlas del flamante Barcelona Obertura Spring Festival; la Sinfónica de Viena se ha procurado a Leonidas Kavakos como director y solista para el Concierto en Mi menor de Mendelssohn; Adám Fischer dirigirá a la Sinfónica de Düsseldorf en la 9.ª de Mahler, y, ojo, Eliahu Inbal hará lo propio con la Sinfónica de la Radio Stuttgart, con la que brindará la 4.ª de Bruckner (en la que es maestro referen- cia) y el triple concierto de Beethoven junto al Trío Ludwig.
Y tras el éxito de su Mesías estas Navidades, Edward Higginbottom regresará con sus Oxford Voices y sus Instruments of Time & Voices, esta vez por Semana Santa y con La Pasión según san Juan. Y bien, el ciclo incluye el proyecto de la Mahler Chamber y Pablo Heras-Casado de ofrecer en L’Auditori El amor brujo y El sombrero de tres picos.
Por último, el ciclo hizo dos peticiones que no eran fáciles de lograr: que Maria João Pires volviera a tocar los Nocturnos de Chopin que la hicieron célebre, y que Arcadi Volodos volviera a la música rusa... con Scriabin y Rajmáninov.
“En un momento en que en Europa ya no quedan promotores privados, nosotros tenemos buena salud y gozamos de la fidelidad del público (1.200 abonados) y de los artistas. Estamos al servicio del repertorio y cada año somo más tozudos, huyendo de la originalidad y buscando la personalidad”, señaló el presidente de Ibercamera, Josep Maria Prat.
Su temporada es de las que más van a riesgo: el 75% de sus 1,4 millones de presupuesto lo cubre la taquilla. Eso no quita que añadan facilidades para jóvenes: los menores de 30 tienen un abono con conciertos a 6,50 euros; los alumnos de escuelas de música y conservatorios de la provincia de Barcelona van a mitad de precio; menores de 35 años tienen a mitad de precio y sin limite de zonas. Y además se adhiere a iniciativas del Ayuntamiento: Escena 25 y Quadern de Cultura.
La nueva apuesta del ciclo es el joven violinista japonés, considerado el sucesor de Pinchas Zukerman