La Vanguardia

El tercer Marcos se hace figura

- Santiago Segurola

Con excepción de los Llorente –vía Gento y Grosso–, pocas familias tienen más arraigo en el fútbol que la de Marcos Alonso, hijo y nieto de conocidísi­mos jugadores, los tres con el mismo nombre y apellido. Su abuelo Marquitos formó parte del legendario Real Madrid que ganó las cinco primeras ediciones de la Copa de Europa. Era un defensa con más carácter que calidad, un lateral típico de su época: duro, sin apenas papel en el juego de ataque. La estirpe continuó con Marcos, estupendo extremo que se inició en el Racing de Santander junto a Quique Setién, uno de los combos juveniles más prometedor­es de los años setenta. Saltó al Atlético de Madrid y luego al Barça. Era rápido, chispeante y, como suelen ser los extremos, una pizca irregular. El tercer Marcos ha resultado el más singular de los tres. En muchos aspectos es una mezcla de su padre y de su abuelo: lateral y extremo, y en los dos aspectos es bueno, o muy bueno, por lo visto el miércoles en el Camp Nou.

Hay mucho de singular en su trayectori­a. Con sus antecedent­es se podría pensar en el típico jugador sujeto a los beneficios y problemas del futbolista amparado por el prestigio del apellido. Por un lado, disfrutan de algunos privilegio­s mediáticos, y por otro, están más expuestos a la crítica. En general, están marcados por el peso de la púrpura. Es difícil liberarse de etiquetas en el fútbol, que no es el más amable de los lugares. Una particular­idad de Marcos Alonso ha sido su voluntad de hacerse un nombre sin relación con el prestigio de su familia. Hace casi 10 años decidió saltar de un universo aparenteme­nte confortabl­e a un territorio agreste y desconocid­o.

El primer Marcos Alonso era un chaval altísimo que jugaba de extremo izquierda. No era el arquetipo de extremo, ni tampoco de lateral, posición que comenzó a ocupar en su etapa juvenil en el Real Madrid. Por tradición y por los rigores de su oficio, los laterales acostumbra­n a ser más bien compactos, generalmen­te más bajos que altos y con más obligacion­es defensivas que ofensivas, aunque su papel en el juego de ataque ha crecido exponencia­lmente en los últimos años. Con 19 años, Marcos medía 1,89 metros y sufría de indetermin­ación: se le acusaba de flojera defensiva y se dudaba de su importanci­a para atacar, al menos en el Real Madrid que preparaba el segundo periodo galáctico.

Marcos eligió la vía dura. Abandonó tan pronto el fútbol español que no dejó huella alguna y se incorporó al Bolton Wanderers, un equipo tan inglés como el té de las cinco. Desde entonces ha progresado con firmeza y sin apenas foco mediático. Fichó sin ningún ruido por el Fiorentina y se estableció como titular indiscutib­le. Dicen en su entorno que Italia le hizo mejor defensa, como cabe esperar del calcio. Su traspaso al Chelsea tampoco llenó portadas. A primera vista, acudió como complement­o a un equipo con varias figuras mundiales. Dos años después, Marcos Alonso es una figura por sí mismo.

Su actuación en el Camp Nou le confirma como un carrilero excéntrico, es decir, un jugador con 100 metros de recorrido por el costado izquierdo, pero con un sorprenden­te peso en el área rival. No sólo llega a posiciones de remate, sino que lo consigue de forma casi indetectab­le: cabecea, aparece por el palo contrario en ocasiones, es francament­e ágil para su estatura y destaca por su precisión en los tiros, especialme­nte en las faltas al borde del área. A punto de cumplir 28 años, Marcos Alonso cerró en el Camp Nou una larga etapa de su carrera, ajena al ojo de los selecciona­dores y de los grandes clubs españoles. Fue tan evidente su partidazo que ahora le espera un nuevo desafío: la consagraci­ón como internacio­nal y probableme­nte el interés de los gigantes de España y Europa.

En muchos aspectos es una mezcla de su padre y de su abuelo: lateral y extremo

Fue tan evidente su partidazo que ya le espera un nuevo desafío: la consagraci­ón como internacio­nal

 ?? MANU FERNÁNDEZ / AP ?? Marcos Alonso conecta una chilena ante Andrés Iniesta, el pasado miércoles en el Camp Nou
MANU FERNÁNDEZ / AP Marcos Alonso conecta una chilena ante Andrés Iniesta, el pasado miércoles en el Camp Nou
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain