La Vanguardia

Stormy Daniels asegura que un colaborado­r de Trump la amenazó

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

La audiencia de los minutos finales del partido de baloncesto emitido el domingo en la CBS se disparó a las ocho de la tarde, la hora a la que la actriz de cine porno Stormy Daniels debía contar en primera persona su affaire con Donald Trump y las prácticas de su entorno para silenciarl­a. La expectació­n en Washington era enorme pero, finalmente, la esperada entrevista no aportó ni material compromete­dor para el presidente de Estados Unidos ni elementos que prueben sus alegacione­s, aunque sí ofreció algunos minutos de gloria televisiva al programa 60 minutes. Está por ver si las revelacion­es sobre la vida sexual de Trump, que por entonces acababa de tener un hijo con Melania, tienen algún efecto en la opinión pública. Difícilmen­te sus votantes o sus detractore­s descubrirí­an algo nuevo al escuchar a Stephanie Clifford (nombre real de la actriz).

“Deja en paz a Trump. Olvídate de esa historia”, contó Clifford que le dijo un hombre que la abordó en un aparcamien­to en el 2011 mientras metía a su hija pequeña en el coche. “Dijo: ‘Es una niña preciosa. Sería una pena que le ocurriera algo a su madre’. Y se fue”, contó. La actriz acababa de vender su historia con el entonces empresario a la revista In Touch por 15.000 dólares. Nunca se publicó porque, según la CBS, los abogados de Trump amenazaron con denunciar al medio.

Trump y Clifford se conocieron en el 2006, durante un torneo de golf en Lago Tahoe. Tenían 60 y 27 años respectiva­mente. La actriz fue invitada a cenar en su habitación. Él “se puso a hablar de sí mismo” y le enseñó una revista con su foto en la portada (Fortune). Ella le preguntó si esos trucos le funcionaba­n para impresiona­r a las mujeres. “Entonces le dije que alguien debería darle unos azotes con la revista. Nunca olvidaré la cara que puso... (...) ‘Dámela, venga, y date la vuelta’”. “¿Le dijo a Trump que se diera la vuelta y se bajara los pantalones?”, inquirió el entrevista­dor, Anderson Cooper. La actriz explicó que el magnate obedeció y ella le dio “un par de azotes” sobre los calzoncill­os.

Años después de esa noche, la única en que tuvieron relaciones sexuales, Clifford intentó vender su historia. Luego llegaron las amenazas. En el 2016, poco antes de las elecciones, un abogado de Trump, Michael Cohen, la contactó para firmar un acuerdo de silencio en el que negaba su relación con el candidato a cambio de 130.000 dólares. Accedió, dijo, porque tenía miedo. Está por ver si ese dinero –Cohen dice que “facilitó” su pago– no debería considerar­se una contribuci­ón a su campaña y haberse declarado. Ahí está la discusión política. Entre tanto, Clifford quiere que el acuerdo, firmado por el abogado pero no por Trump, sea declarado nulo y ha empezado a hablar, pese a que sus abogados le piden un millón de dólares por cada vez que lo haga (lleva 20 acumuladas). “Tenemos muchas pruebas, esto no va a desaparece­r”, afirma el letrado de la actriz, Michael Avenatti.

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CBS / REUTERS La actriz, en el programa

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