El juzgado pide a los Mossos que busquen al niño y él cree que es por haber “sido malo en el cole”
La juez sustituta del juzgado de primera instancia 18 de Barcelona, Isabel Giménez García, ordenó el 13 de marzo que el niño volviera con su familia de acogida. Infància considera que la resolución es “inejecutable” porque la administración debe velar “por imperativo legal” por el pequeño y su bienestar se pondría en peligro si cambiase de “núcleo familiar”. El miércoles la juez ordenó que un educador social acompañara a una patrulla de los Mossos a buscar al menor. No lo encontraron ni en la escuela ni en su casa. “Por fortuna, los dos agentes iban de paisano y en un vehículo sin distintivos policiales”, según fuentes próximas al centro escolar. “No ha venido hoy”, les dijeron en la escuela, donde la madre dio a entender que adelantaría las vacaciones de Semana Santa. “Anoche la familia no durmió en casa”, les explicó una vecina. La madre y sus hijos, incluido el protagonista involuntario de esta historia, no tenían que pedir permiso para ausentarse y así lo hicieron. De momento, nadie podrá acusar a la mujer de desobediencia, ya que a pesar de sus intentos por comparecer en el procedimiento con abogado y procurador no ha podido hacerlo. La Generalitat la ha mantenido informada de las actuaciones judiciales, pero no conoció oficialmente la decisión del juzgado hasta el sábado. Ese día regresó a casa a buscar ropa con el niño y los Mossos se presentaron para llevárselo, esta vez sin un educador. La madre no les abrió la puerta y los agentes desistieron, sabedores de que podían agravar la situación de un menor vulnerable. Según una vecina, cuando madre e hijo volvieron a irse, el pequeño dijo que “la policía lo buscaba porque se había portado mal en el cole y le rompió las gafas a un compañero”.