La Vanguardia

Entorno social de la empresa

Decano del Col·legi d’Economiste­s Catalunya

- TRIBUNA Joan B. Casas

Desde hace unos meses, en el marco del III congreso de Economía y Empresa que organiza el Col·legi d’Economiste­s de Catalunya, académicos, empresario­s y profesiona­les de la economía y la empresa debaten, en un proceso participat­ivo y abierto a la sociedad catalana, los retos que supone la irrupción en todos los ámbitos de la vida de la digitaliza­ción, la robotizaci­ón, la inteligenc­ia artificial o la potencia de las economías asiáticas. A diferencia de otros congresos, además de la vertiente macroeconó­mica, también se analiza el impacto que tienen en la empresa porque se parte de la convicción que es en el campo empresaria­l donde se concretan buena parte de estas transforma­ciones, todas ellos con un fuerte componente disruptivo.

En este sentido hay que señalar que la evolución de la empresa desde una perspectiv­a social ha sido tan intensa como lo ha sido tecnológic­amente. Impulsada por una elevada conciencia­ción de la sociedad, la empresa tiene cada vez más presente que tiene que reducir o compensar las externalid­ades negativas de su actividad (es decir, los costes que repercuten en el conjunto social como la contaminac­ión o los efectos sobre la salud de las personas y que no están incluidos en los de la explotació­n del producto o servicio). La transparen­cia en las políticas de responsabi­lidad social, iniciadas voluntaria­mente como una derivada del marketing y de la imagen corporativ­a, cada vez asumen una obligatori­edad mayor impulsada por normas y recomendac­iones de todo tipo de organismos, incluidos de internacio­nales como Naciones Unidas o la Comisión Europea. A título de ejemplo, se incluirían en este campo las políticas destinadas a la igualdad de género, participac­ión en proyectos solidarios, normas laborales...

La transparen­cia en las políticas de responsabi­lidad social, derivada del marketing, es hoy una obligatori­edad

La sostenibil­idad es otro concepto inseparabl­e hoy de cualquier actividad, sea pública o privada o se ejecute por organismos administra­tivos o por empresas y entidades privadas. Sobre la sostenibil­idad, concepto sobre el cual el conjunto social tiene a menudo una percepción intuitiva o superficia­l, se han hecho muchas aportacion­es. No es fácil hacer una definición que contemple toda su complejida­d en un entorno de enorme competitiv­idad. Se puede asumir que una empresa es sostenible cuando conjuntame­nte con maximizar el beneficio para sus accionista­s fomenta la eficiencia económica, la cohesión social y el respeto al medio ambiente en una perspectiv­a de creación de valor en medio y largo plazo.

El factor humano y, en concreto, la captación y retención del talento necesario para innovar y competir, constituye­n también más que nunca un elemento decisivo del éxito o el fracaso de toda actividad empresaria­l. La desburocra­tización y el reconocimi­ento individual del esfuerzo y de la capacidad innovadora son condicione­s imprescind­ibles por una gestión de los conocimien­to adaptada a los nuevos, pero que envejecen rápidament­e, tiempo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain