Marta Carranza
COMISIONADA DE DEPORTES
Marta Carranza (57) es, como comisionada de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, la cara visible de la decisión del Consistorio de cancelar la cuarta edición de la regata de vuelta al mundo Barcelona World
Race.
No por mucho adelantarla habrá sido más sencilla. La 25.ª Liga conquistada por el Barça Lassa, ayer en Cuenca (27-30), llega antes que ninguna otra, en marzo, mes poco habitual para levantar títulos, con seis jornadas de antelación (en la 24.ª). Un margen histórico en la competición de la regularidad. Otro hito para el equipo de Xavi Pascual, que volvió a superarse, a desafiar a la lógica, a la rutina, y al riesgo de una derrota que no llega. Y van… casi cinco años. Desde mayo del 2013. Un total de 187 partidos de competiciones domésticas (Liga, Copa, Copa Asobal, Supercopa) sin perder y 145 en la Liga. Una barbaridad.
“El rival más peligroso somos nosotros, caer en la relajación”, aseguraba el capitán, Víctor Tomàs, a este diario en septiembre, al ponerse en marcha la Liga. Y esta temporada, mira por dónde, ya sea por relajación, por cansancio de la plantilla en un calendario saturado, o porque los rivales también crecen y los blaugrana son humanos, el Barça, oh noticia, ha dejado de ganar un partido: el empate que cedió en la pista del Guadalajara (26-26), el 6 de diciembre. Se cortó allí la racha en 133 victorias. “Tal como fue el partido, ganamos un punto”, admitía Xavi Pascual, artífice de los 8 campeonatos seguidos. El técnico confesaba que, como le pasó a Marc Márquez con las 10 victorias seguidas del 2014, le supondría quitarse un peso de encima conocer la derrota. Por aquello de sacudirse esa presión de encima, de no tener que jugar con el miedo de perder algún día. Y para que se reconozca el mérito de su equipo. “Somos conscientes de que algún día perderemos algún partido”, admitía el capitán.
Y ese día estuvo a punto de llegar, no hace ni dos semanas, el 17 de marzo pasado. Dos jornadas atrás, el Atlético Valladolid tuvo contra las cuerdas al Barça, que ganó en el último segundo con una genialidad de Aron Pálmarsson (29-30). Por segunda vez en este campeonato el equipo de Pasqui le veía las orejas al lobo. Un reflejo de la irregularidad que está teniendo esta temporada el Barça, tanto en la Asobal como en Europa, donde ha cedido cuatro derrotas y dos empates. Algo inédito en su historia moderna. En esta Liga 2017-18, el conjunto blaugrana no ha pasado el rodillo con la superioridad y el absolutismo con que lo había hecho en ediciones recientes. Basta con ver los marcadores más ajustados (los de Valladolid y Guadalajara, o el +4 en la pista del Sagunto), el menor número de goleadas de escándalo o la reducción de la media de goles por partido (de 38,2 hace cuatro años, a 33,1 este curso). Pese a la ausencia de un antagonista desde la desaparición del At. Ma- drid (2013), la clase media (Ademar, Anaitasuna, Granollers, Logroño) ha ganado músculo… y el Barça, lo ha perdido.
Tras celebrar el título en Cuenca, la expedición blaugrana regresaba hoy en un maratoniano viaje en autobús y AVE desde Guadalajara, para empezar a preparar su gran desafío en lo que va de año: levantar el sábado en el Palau tres goles al Montpellier (28-25) para seguir vivos en la Champions.