La Vanguardia

Moscú sigue amagando su respuesta mientras crecen los apoyos a Londres

Austria y Turquía se niegan a tomar medidas diplomátic­as contra Rusia

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

“No nos metan prisa”, parecía decir ayer el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, a los periodista­s que le preguntaba­n sobre la prometida respuesta de Moscú a la expulsión de más de 130 diplomátic­os rusos como represalia por el envenenami­ento con gas nervioso del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en el Reino Unido el pasado 4 de marzo. Respuesta la habrá, pero Rusia prefiere tomarse su tiempo. Ayer el Reino Unido siguió recibiendo muestras de apoyo.

Durante el vacío entre las expulsione­s occidental­es y las prometidas expulsione­s rusas, desde las diversas instancias políticas de Moscú se amontonan los argumentos contra la acusacione­s británicas de que Rusia está detrás de un ataque en el que se usó un gas nervioso desarrolla­do en los últimos tiempos de la URSS.

El Ministerio de Exteriores exigió a Londres que demuestre que no fueron espías británicos los que envenenaro­n a los Skripal, en un intento de dar la vuelta a la acusacione­s británicas. Ante la ausencia de una prueba de inocencia, que es lo que reclama el Gobierno británico al Kremlin, el incidente debería entenderse como un atentado contra las vidas de ciudadanos rusos, aseguró ayer el departamen­to.

Desde que el Reino Unido acusó a Rusia las relaciones entre los dos países han acelerado el camino descendent­e en que se encuentran desde hace años, especialme­nte desde la crisis ucraniana y la anexión de Crimea, en el 2014.

En Australia, cuyo gobierno anunció el martes la expulsión de dos diplomátic­os, el embajador ruso, Grigori Loginov, advirtió que el mundo va a entrar en “una situación de guerra fría” si Occidente persiste en su posición contra Rusia. Mientras Londres sostiene que tiene pruebas, Moscú responde que las muestre. Lo contrario, dice, es aprovechar este caso para atizar la “rusofobia”.

El Reino Unido expulsó a 23 diplomátic­os rusos. EE.UU. y países miembros de la Unión Europea se unieron a la medida. Washington ha expulsado a 60 diplomátic­os rusos y ha cerrado el consulado en Seattle. May habló ayer con el presidente estadounid­ense, Donald Trump, “y acogió con agrado la amplitud de la acción internacio­nal en respuesta al desvergonz­ado y peligroso comportami­ento de Rusia, con 26 países poniendo ahora en práctica la expulsión”, dijo un portavoz del Gobierno británico, según recoge Reuters. Montenegro fue ayer el último en unirse a la medida,

Rusia advierte de que el mundo entrará “en una situación de guerra fría” por la actitud de Occidente

y expulsará a un diplomátic­o ruso.

Por su parte, Malta llamó a consultas a su embajador en Rusia, pero no habrá expulsión debido al pequeño tamaño de su delegación en Moscú. Optaron por la misma medida Luxemburgo y Eslovaquia.

En Austria, miembro de la UE, el Gobierno de Sebastian Kurz, que incluye a nacionalis­tas con lazos con Rusia Unida, el partido del presidente ruso Vladímir Putin, se ha negado a participar en la respuesta internacio­nal contra Moscú. Viena prefiere “mantener los canales abiertos” con Rusia y es un “constructo­r de puentes entre Este y Oeste”, dijo, según una nota de la agencia Bloomberg.

En la misma línea se coloca Turquía, a pesar de ser miembro de la OTAN, organizaci­ón que esta semana ha rechazado a 10 diplomátic­os rusos. Ankara ha condenado el envenenami­ento de los Skripal, pero no va a echar a diplomátic­os rusos “sólo porque tomen esta medida otros países que se basan en una acusación”, dijo el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, según recogía ayer el diario Hurriyet.

La presidenta del Consejo de la Federación (Cámara Alta del parlamento ruso), Valentina Matvienko, dio a entender que ningún país se quedará sin respuesta. “Rusia, como es práctica diplomátic­a, responderá simétricam­ente y observará la paridad en lo que se refiere al número de diplomátic­os”, aseguró.

 ?? MAXIM ZMEYEV / AFP ?? Un mensajero pasa frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, en Moscú
MAXIM ZMEYEV / AFP Un mensajero pasa frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, en Moscú

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain