Ecuador priva a Assange de internet por hablar de Puigdemont y Skripal
El Gobierno ecuatoriano restringió ayer de forma indefinida el acceso a las comunicaciones y las visitas al periodista Julian Assange por “no poder controlarse” y opinar sobre cuestiones que Quito considera perjudican a su política exterior. Entre ellas, el caso Skripal y el proceso catalán.
El Gobierno ecuatoriano considera que el fundador de Wikileaks, que lleva seis años asilado en la embajada ecuatoriana en Londres, ha violado un acuerdo de diciembre del 2017, en el que el periodista se había comprometido a no opinar sobre cuestiones de otros países.
“No cumplió un acuerdo de silencio y de no intervención en temas internos de otros estados, por lo que hemos procedido a cortarle el acceso a las comunicaciones”, dijo la ministra de Exteriores, María Fernanda Espinosa, en un acto público.
La decisión comenzó a aplicarse desde el martes y refleja el cansancio del actual Gobierno de Lenín Moreno con los continuos pronunciamientos políticos del fundador de Wikileaks. Y es que después de sucesivas peticiones por parte de la Cancillería, Julian Assange volvió a manifestarse la última semana sobre dos cuestiones políticas que han colmado el vaso de la paciencia ecuatoriana.
La primera de ellas fue la comparación que hizo de la detención de Carles Puigdemont, el pasado domingo en Alemania, con la de Lluís Companys por la Gestapo en 1940, para su posterior extradición a España y fusilamiento por el régimen franquista. Esta misma semana, el activista también criticó por Twitter la decisión del Gobierno británico de expulsar a diplomáticos de Moscú en respuesta al envenenamiento del espía ruso Serguéi Skripal en Salisbury.
El Gobierno de Ecuador advierte de que “el comportamiento de Assange pone en riesgo las buenas relaciones que el país mantiene con Reino Unido, con la Unión Europea y otras naciones”. El activista australiano permanece bajo régimen de asilo en la Embajada ecuatoriana en Londres desde el 2012, al considerar el entonces Gobierno de Rafael Correa que su vida e integridad física corrían peligro. Assange estaba requerido por Suecia por violación, solicitud que fue retirada por este país, pero se niega a abandonar la embajada porque teme ser detenido por las autoridades británicas y enviado a EE.UU. para afrontar un juicio militar por las informaciones difundidas en Wikileaks.
Recientemente, Moreno calificó el caso Assange como “una piedra en el zapato” de la diplomacia ecuatoriana, pero ratificó que aun así se le seguiría concediendo refugio mientras la amenaza de detención no se disipara.